En un abrir y cerrar de ojos, el presidente Daniel Ortega dejó a Nicaragua sin periódico de circulación nacional, mandó a allanar las instalaciones e iniciar una investigación por los delitos de supuesta defraudación aduanera y lavado de dinero, bienes y activos en perjuicio del Estado de Nicaragua, contra LA PRENSA, el diario más antiguo de ese país.
Hoy las instalaciones permanecen tomadas por la Policía y el gerente general de LA PRENSA, Juan Lorenzo Holmann, está encarcelado en la Dirección de Auxilio Judicial, conocido como el nuevo Chipote en Managua y acusado formalmente por la Fiscalía. El periódico, que se caracteriza por tener una postura crítica al gobierno de Ortega y denunciar las violaciones de los derechos humanos, se vio obligado a dejar de circular el pasado 12 de agosto, dejando a decenas de colaboradores sin empleo y en la incertidumbre.
El medio de comunicación, con duros retos, se reinventa para continuar informando en su página web y así vencer la censura que impuso el mandatario nicaragüense.