Michaela Spritzendorfer, esposa de un político austriaco, grabó a la policía húngara tirando bolsas de comida a los refugiados en el campo de Roszke, al que ella se refirió como el Guantánamo en Europa, 'como si fueran animales alimentados en una jaula'.
Los policías húgaros, muchos protegidos con mascarillas y guantes, tiran las bolsas de comida al aire, mientras decenas de personas levantan los brazos o se suben a las rejas intentando llamar su atención.
Los refugiados se sienten en un campo de concentración. "Nos tratan como si fuéramos animales. Teníamos que ir acompañadas siempre de un policía para ir al baño, golpearon a varias personas, nos daban de comer un trozo de pan con una pequeña loncha de queso", contó una joven que pasó por el lugar.