James era reconocido en la comunidad estudiantil de los Andes. Trabajaba en una papelería aparentemente ayudando a los estudiantes a sacar fotocopias e imprimir documentos de trabajo. Sin embargo, lo que pocos sabían era que, detrás de los estantes y documentos que en la tienda reposaban, había todo tipo de drogas listas para ser entregadas al estudiantado interesado.
En una operación del CTI, fue capturado él y otro funcionario del local que fueron trasladados por las autoridades en un carro particular.