Juan Gerardo Triviño Torres nació en Tumaco, pero ejerció su sacerdocio en varios sitios fuera de esta ciudad costera del pacífico nariñense. Tan pronto terminó sus estudios sacerdotales en La Ceja, partió al Amazonas, donde se encardinó en la Diócesis de Leticia en la que fue ordenado en 1987. De allí a Canadá, donde estuvo más de 20 años en diferentes parroquias de Ontario, como San Wenceslao y Santo Tomás de Aquino, y administrador de St. James en Toronto. Sirvió como capellán de los trabajadores migrantes de Brampton, los fieles hispanos en Durham, y el Movimiento de Renovación Carismática Hispana en la Arquidiócesis de Toronto.

Descendiente de una familia tumaqueña tradicional, el padre Juan siempre mantuvo viva la relación con el pacífico, su gente y su cultura. Desde el Ministerio del Sagrado Corazón congregó a los feligreses que hicieron de esta una devoción grande en la región. Monseñor Orlando Olave obispo de la Diócesis de Tumaco, recuerda que el sacerdote “buen hablador”, cada año encabezaba multitudinarias procesiones en la Fiesta del Sagrado Corazón, a la que llegaba siempre puntual en junio “desde la fría Toronto”.

Hace año y medio regresó de Canadá y pasó ese tiempo entre Cali y Tumaco. Cuando empezó a manifestarse una enfermedad respiratoria el obispo le dio dispensa para que oficiara la misa en su casa. Desde el balcón de sus familiares y con un altoparlante celebró sus últimas Eucaristías a los fieles y en Semana Santa los actos litúrgicos a través de medios digitales, convirtiéndose en “uno de los sacerdotes más queridos”. El 27 de abril, a los 76 años, murió en el Hospital San Andrés de Tumaco al que fue internado 15 días antes.