En el año 2009, un joven delantero nacido en Tumaco se robaba todas las miradas en Atlético Nacional. Su nombre era Segundo Victor Ibarbo, y su 1,88 metros destacaban entre todos los demás atacantes. Se podría pensar que con esa estatura su estilo de juego era lento, físico, pero no era así. Su regate y velocidad dejaban impresionados a cualquiera.
Así fue como sus jefes empezaron a ver que el delantero podría tener futuro y rápidamente lo ofrecieron a tierra europeas. Primero fue el Udinese de Italia el que dio el aval para contratarlo por 4 millones de dólares, pero el fichaje se cayó. Y lejos de deprimirse, Ibarbo siguió demostrando su valía en el equipo verdolaga. Se quedó por dos temporadas más y logró ser campeón de Colombia en el año 2011. Fue entonces cuando llamó la atención del Cagliari, y fue vendido por los Ardila Lulle por 2 millones de euros.
#Flashback ► Después de 5 años, Víctor Ibarbo volvió a marcar gol con Atlético Nacional >>> pic.twitter.com/lVqxf1zRf2
— DATOS NACIONAL (@datosnacional) April 13, 2016
Allí vivió temporadas impresionantes convirtiéndose en un referente del equipo, y sus buenas actuaciones le sirvieron para ser convocado a la selección para disputar el mundial de Brasil 2014. Jugó tres partidos y sirvió para hacer tridente con Teo y con Cuadrado, pero después de ese torneo la mala suerte pareció perseguirlo.
#HistoriaFCF Este fue el once inicial de #FCFMayores🇨🇴en su debut del mundial Brasil 🇧🇷 2014 ante Grecia:
David Ospina
Camilo Zúñiga
Mario A. Yepes
Cristian Zapata
Pablo Armero
Abel Aguilar
Carlos Sánchez
Juan G. Cuadrado
James Rodríguez (C)
Víctor Ibarbo
Teo Gutiérrez pic.twitter.com/LuM4iOfrdk— Selección Colombia (@FCFSeleccionCol) November 30, 2017
El delantero se convirtió en un nómada del futbol. Pasó por el AS Roma, donde no tuvo protagonismo. Después se fue al Watford de Inglaterra donde solo jugó 4 partidos. Los Ardila Lulle le dieron una mano y regresó a Nacional en 2016 pasa ser campeón de la Copa Libertadores de America. Luego, intentó probar suerte en territorio griego pero solo duró tres meses, y finalmente retornó al Cagliari.
La falta de regularidad lo empezó a alejar poco a poco de los lentes de las cámaras, y como un negocio para seguir jugando, Ibarbo decidió irse a jugar al Japón, al Sagan Tosu de la primera división. Allí estuvo durante tres temporadas hasta que en 2020 firmó con el V-Varen Nagasaki, de la segunda división japonesa, y nunca más se volvió a ver a Victor en la portada de una revista.
Hoy el jugador sigue militando en dicha competición, y nunca se ha escuchado o visto ninguna intención de volver a territorio colombiano. Y del jugador que le dejó a Atletico Nacional más de 8 mil millones de pesos, solo quedan los recuerdos.
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