Señora Astrid González:
Yo tampoco la conozco a usted, ni mucho menos, pero lo que sí puedo decir es que usted no es nadie para impartir ética ni mucho menos.
Usted es el clásico ejemplo de la hipocresía de este país en donde se indignan por esta clase de revelaciones y no por las cochinadas que ocurren a diario en todas las esferas del Estado. Yo le pregunto: ¿Dónde están sus cartas con tanto fervor defendiendo a los niños de la Guajira, o pidiendo justicia por las muertes generadas por la famosa Comunidad del Anillo?
Para su información, Vicky Davila no es particularmente mi periodista preferida pero sí puedo decir que una de las más valientes por haber denunciado los hechos que ya conocemos. Pocas personas en este país se atreven a hacer lo que ella hizo y hay que reconocerle eso.
Con lo anterior le recuerdo que lo presentado SÍ es de interés publico, porque hace parte de una investigación muy delicada en la cual hay personas muertas, ultrajadas y demás victimas. A esos SÍ que se las dañó la vida ¿No?
El video muestra cómo dos funcionarios públicos, en un carro oficial y en horas de trabajo, se piropean mutuamente al punto de querer buscar un lugar para culminar sus deseos, demostrando que SÍ hay nexos de poder por parte de senadores con aspirantes oficiales. Además, el video fue declarado prueba por la Procudaruria y va a ser usado por la Fiscalía como una prueba más. Entonces, mi querida profesora, SÍ es de interés publico. No vengamos a rasgarnos las vestiduras por defender lo indefendible, por defender a los padres de la patria que actúan mal y que deberían dar ejemplo; a eso lo llamo hipocresía pura, pues denigramos de estos señores a diario pero
hoy muchos indignados como usted que salen a defenderlos.
La vida del senador no la dañó la periodista; fue él mismo quien lo hizo, mintiéndole a su familia toda la vida. No salgamos a defender a los padres de la patria ahora sabiendo todas las cosas que hacen a diario, pues ellos se supone son el ejemplo de la sociedad y por ende deberían ser íntegros, etc.
No crea tampoco que gracias a su carta la señora Dávila renunció; yo más bien lo atribuyo a las altas esferas del poder de RCN.
Yo sí, en cambio, le doy gracias a Vicky por destapar esa olla podrida, por su valentía al hacerlo, por exponer su vida y por darnos a conocer la verdad, verdad que quieren tapar o esconder mamertos que quieren o prefieren que nuestra sociedad siga igual que siempre, que creen que todo está muy bien y que no pasa nada de nada en este país, dizque el más feliz del mundo.