Este mediodía invitó a su programa en la W al congresista Musa Besaile quien aceptó haber pagado 2.000 de los 6.000 millones de pesos para que el exfiscal anticorrupción Luis Gustavo Moreno engavetara un viejo proceso contra parapolítica. A diferencia de otras oportunidades, cuando ha invitado a personajes de izquierda como Gustavo Petro, me he quedado asombrado por la condescendencia con la que ha tratado a Musa Besaile, un nombre que se ha visto envuelto en escándalos tan sonados y vergonzosos como el de pago de sobornos de Odebrecht. Todo el tiempo la periodista, quien de paso ha convertido su espacio de mediodías en uno de los mejores de la radio, ha tratado de justificar y de mostrarse asombrada por el chantaje que le planteó Luis Gustavo Moreno. ¡Casi que escandalizada exclamaba “No!”, “Que horror”, “terrible”, como si Musa, sinónimo de mermelada, fuera una especie de mártir.
No dudo de la profesionalidad de Vicky, es una gran periodista, sabe despertar, con su tono de radionovela, el rating hasta el punto que transformó a su programa, de horario imposible, en uno de los más escuchados de la W. Lo que sí me molesta es que la Señora Dávila, quien se ha visto envuelta en escándalos tan aburridores como el que la terminó sacando de la F.M, no sea objetiva. Todo lo que sea de izquierda le parece abominable. Pero a Musa, a mi parecer, intentó lavar su imagen.
Esa fue la impresión que me dejó no solo ahora, sino en el debate anterior con los precandidatos en donde le botaba centros, casi pase-goles, a Iván Duque, pre candidato del uribismo, preguntando por Venezuela. Yo me pregunto, con los problemas que tiene Colombia, ¿por qué hay que preguntar por el país vecino sino es para hacer quedar mal a Petro quien tiene una postura bastante polémica al respecto? El tema de Venezuela solo sirve para desacreditar a la izquierda y a los candidatos.
Pasó más de una hora de entrevista hasta que una periodista de la W le preguntó a Musa si Luis Gustavo Moreno se inventó el caso contra él y cuando el congresista empezó a trastabillar, volvió Vicky a encausarle la entrevista preguntándole por la extorsión.
Señora Vicky, con todo el respeto, esto no se trata de una extorsión, todo indica que Musa puede ser culpable, sino ¿para qué pagó 2.000 millones de pesos? Señora Vicky, ¿Por qué tan blanda con la derecha y tan dura con la izquierda. Esto de Musa no fue una entrevista, fue un salvavidas.