Hoy cuando entramos en cuarentena total en el país, cuando la gente se aterra ante el encierro, cuando el coronavirus desestabiliza el tejido de las familias que se ven distanciadas es cuando más necesitamos psicólogos y psicólogas, capaces de llevarnos hasta el otro lado del río.
Me surge la pregunta: ¿se dará cuenta la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez que ahora es cuando más los necesitamos? Hace solo un mes ella estaba diciendo que sobraban, que no había cama para tanta gente. Pero somos muchos los que encontramos en estos expertos en la salud mental un verdadero refugio.
Ni las películas, ni los libros ni la música pueden reemplazar un psicólogo en medio del encierro. Poder llamarlos en estos momentos tan difíciles, escuchar sus guías, son lo que más necesitamos para los próximos 19 días. La vicepresidenta debe morderse la lengua, porque este virus es un quiebre en la historia, es un momento para darnos cuenta qué es lo importante y es una oportunidad para cambiar este modelo político y económico que se centró en el dinero y le arrebató la humanidad a las personas.
Marta Lucía Ramírez, por favor reflexione.