“Vicente Fernández me acosó por mucho tiempo, pero me hizo algo más grave que eso" : así fue como la cantante mexicana Lupita Castro se cansó de callar durante 40 años el abuso sexual y acoso que sufrió a manos de Vicente Fernández. En un testimonio en el que aseguró tener datos, fechas y pruebas que la respaldan, Lupita contó como hace más de 20 años conoció al rey de las rancheras en uno de sus conciertos. Ella, una fan de solo 17 años, iba con su hermana, otra menor de edad. Vicente las observó en la fila y las invitó hacerse en los asientos VIP. Aunque las jóvenes le dijeron que no podían, las tomó del brazo y ellas, en medio de su inocencia, aceptaron.
No pasó nada más aquel día. Semanas después, Vicente Fernández llamó a Lupita aprovechando que ella cantaba para proponerle que trabajaran juntos. Sin embargo, Lupita se negó pues necesitaba el consentimiento de sus padres. Fue tal la insistencia de Vicente, que él personalmente habló con los padres de la adolescente para hacerles la propuesta. Los papás de Lupita no resistieron y aceptaron el ofrecimiento, pensaron que su hija se convertiría en una gran estrella.
Aunque Chente fue respetuoso con Lupita, la amabilidad le duró poco cuando durante una presentación en San Luis de Potosí, la invitó a cenar y le ofreció una bebida. De inmediato, Lupita se empezó a sentir mareada y el cantante de rancheras le ofreció acostarla en un mueble para que se la pasara el malestar. Pero lo que hizo fue empezarla a manosear contra su voluntad. Aunque ella se rehusó y le pidió que parara, Vicente la violó sin pudor. Lupita, tenía 17 años y era virgen. El cantante le llevaba casi 30 años de edad.
La pesadilla no acabó ahí, después de los hechos Lupita renunció a su trabajo y Vicente le ofreció un apartamento y un carro a cambio de su silencio. Lupita intentó denunciarlo pero nadie le creyó, la tildaron de arpía e interesada, hasta le dijeron que nunca la contrataría nadie más si se atrevía hablar con la prensa. Después de 40 años, se cansó y reveló su trago amargo pues nunca es tarde para hablar.
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