El exgeneral Óscar Naranjo se reunió con el presidente Enrique Peña Nieto en la sede presidencial de Los Pinos para abordar la complicada alianza de las organizaciones criminales mexicanas con narcos colombianos y bandas criminales que involucran a los poderosos carteleles de Sinaloa, Jalisco Nueva Generación y Los Zetas.
La fuerza pública colombiana está llegando a zonas de cultivos ilícitos a las que no había llegado en años por el control territorial de las Farc y por lo tanto hay nuevas evidencias de la relación de delincuentes mexicanos y colombianos especialmente en Tumaco, el municipio colombiano con mayor cantidad de cultivos de hoja de coca, donde se sabe que el disidente de las Farc Walter Artízala, alias Guacho, con mando sobre 300 hombres, está al servicio del Cartel de Sinaloa.
Había viajado los días miércoles 4 y jueves 5 de abril con una delegación que se reunió también con el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida. Naranjo es un viejo conocido por la asesoría en seguridad que le dio a la Presidencia de México en 2012 y 2013.