Por más de una década, la vía que conduce desde la capital del Meta hasta el municipio de Acacias se ha convertido en un punto álgido y de interés departamental en los llanos, puesto que este importante corredor nacional conecta, entre otras cosas, a municipios como San José del Guaviare (Guaviare) y Florencia (Caquetá) con el centro del país.
Por tal motivo, esta vía es bastante concurrida y transitan sobre ella vehículos de carga pesada, motocicletas, peatones y biciusuarios, lo que genera congestiones viales a gran escala. Esta pesadilla parecía terminada con la construcción de una doble calzada que va desde el Parque Los Fundadores hasta la entrada al barrio ciudad Porfía. Después de tantas discusiones sobre el presupuesto para financiar el proyecto, el gobierno de Marcela Amaya (gobernadora 2016-2019) dio el puntapié inicial a la obra que, dentro del cronograma inicial y después de una socialización con la comuna 8 de Villavicencio, se pactaba con vías de acceso a peatones y biciusuarios, intercomunicadores viales y puentes a nivel para ponerle punto final a la congestión vial en este sector de la ciudad.
La construcción inició con la compra de predios por parte de la Agencia de Infraestructura del Meta (AIM). La ejecución cumplía los plazos pactados sin mayores contratiempos. Sin embargo, con el transcurrir de los meses, se generaron retrasos y demoras en la vía. En ese entonces, la saliente administración, junto con el consorcio encargado de ejecutar el proyecto vial, cambió los diseños de la obra. Ya no se estipulaban, por ejemplo, los intercomunicadores viales, ni los pasos a nivel para vehículos (estos serían reemplazados por glorietas para la entrada a los barrios más importantes de esta comuna, todo esto bajo el más oscuro silencio ante los habitantes de la zona).
Cuando salió a la luz pública este arbitrario cambio de diseños la excusa fue que, como siempre en este país, la plata no alcanzaba. Sin embargo, el proyecto está financiado con recursos de regalías del departamento. Además, a tan solo 18 km, en la entrada al municipio de Acacias, se encuentra un peaje (Ocoa) por el que los conductores de vehículos pequeños tienen que pagar un monto superior a los $10.000; recaudo que, desde mi perspectiva, no se invierte para el mantenimiento de la vía, su mejoramiento, ni mucho menos para financiar parte de la obra que se está construyendo sobre el sector de la comuna 8 de Villavicencio... un recaudo estéril, que solo alimenta el bolsillo del los dueños de la concesión.
La pesadilla en esta vía parece no tener fin, ya que esta obra no solucionará de fondo el problema. Con la construcción de estas glorietas, la semaforización en vez de los pasos a nivel y otros tantos, el lío seguirá siendo el mismo para los que transitan la vía. Seguramente, el asunto se solucionará cuando se llenen las barrigas burocráticas de los mandatarios locales y hagan otro contrato aparte para "por fin darse cuenta" de que se necesitan obras más ostentosas y reemplazar las glorietas por otro tipo de intersección vial que verdaderamente funcione. Juan Guillermo Zuluaga, el actual mandatario departamental, no se ha pronunciado frente a estos cambios, ni tampoco parece interesarle el transcurrir de la obra, toda vez que ha sido evasivo con la comunidad y no responde ante este tipo de cuestionamientos. ¿No se hizo un presupuesto para ejecutar las obras? ¿Qué pasó con la planeación y la ejecución? ¿Por qué no se cumplen los plazos y los diseños? La obra inicialmente se pensaba terminar a mediados del año 2021, pero, como van las cosas, parece que a esta construcción le falta mucho camino por recorrer.