Es un hecho, una realidad palpable e innegable: Rionegro avanza y de qué manera. Hoy escribo porque acaba de habilitarse la vía que conectará El Porvenir con San Antonio en tan solo cinco minutos. Esta obra es financiada con recursos de valorización y se convierte en un hito más de la administración de Andrés Julián.
Escribo como ciudadano, alguien que por cinco años tuvo un espacio en El Colombiano. Allí con argumentos dije lo que quería decir a los gobiernos de turno del orden nacional, regional y local; los felicité y llamé la atención en ciertos temas. En otras columnas simplemente me desahogué hablando de fútbol o literatura. Hago esta aclaración porque mi rol actual de jefe de comunicaciones de la Alcaldía de Rionegro podrá dar papaya para decir que soy sesgado, pero estas palabras solo buscan poner en la opinión pública un hecho muy sencillo: sí es posible hacer obras, hacerlas bien, cumplir promesas y brindar calidad de vida a la mayoría.
La vía recién habilitada es la primera ejecutada con recursos de valorización, como ya lo mencioné. Hace parte del plan vial diseñado a 70 años que comprende 90 km de vías, 90 de andenes y 180 de ciclorrutas, de los cuales el gobierno actual deja en ejecución una tercera parte. Este cobro de 450 mil millones de pesos que pagan los propietarios en Rionegro, con más recursos, generó polémica desde su anuncio e implementación. ¿Por qué? Sencillo: a nadie le gusta que le cobren y menos el Estado. Opositores de la valorización, en un 99% grandes poseedores de tierra y contrarios al gobierno desde el escenario político se han dedicado a desinformar y promovieron el no pago. Candidatos en campaña han prometido tumbarla o rebajarla, a pesar de ser testigos de las obras con porcentajes de avance considerables y aun sabiendo que su propuesta es débil. Pero no les importa, dicen por ahí que en campaña todo vale. Sin embargo, los ciudadanos solo tienen que transitar la vía para hacerse a una idea, basta con recorrer los 1.9 km de longitud para dar cuenta de la realidad, de los maravillosos andenes y ni qué decir de la espectacular ciclorruta. En resumen: los aportes de quienes pagan impuestos en Rionegro están más que bien invertidos. Dejarse desinformar es una elección propia.
La valorización en Rionegro es de carácter social. No la pagan los propietarios de estratos 1 al 4 que residan en su propiedad. Tampoco los pequeños o medianos productores agropecuarios o quienes protegen el bosque. A la fecha, 16 mil propietarios que solicitaron este tratamiento especial ya han sido notificados y no pagarán. Once mil esperan visitas y/o notificaciones. El alcalde Andrés Julián, economista de formación, dice que se aplicó el principio de justicia tributaria en el cual los que más tienen más pagan y los que poco o nada tienen poco o nada pagan. Yo prefiero decirle justicia social.
Sin duda es una revolución lo que está pasando en Rionegro y no es solo de cemento, como despectivamente algunos lo afirman. La seguridad y la inversión social han dado pasos gigantes y hoy ubican a esta ciudad del oriente antioqueño como una de las de mayor proyección a nivel nacional. Resultados que son posibles gracias al liderazgo, decencia y visión de largo plazo del alcalde Andrés Julián Rendón Cardona. Avanzamos…
Posdata. Para no alargarme, les dejo un link en el que podrán ver cuáles son los hitos de la administración municipal Rionegro. Allí verán las grandes obras de inversión social (más de la mitad del presupuesto anual), de seguridad e infraestructura. Ahí está la verdadera transformación.
