Ojalá que la poesía fuera noticia de vez en cuando. Comparto con ustedes uno de mis poemas escritos durante los tiempos del “embrujo” y que aparece en mi libro Poemas al margen (entre amores y disparos), publicado en el año 2013.
No todos creímos en las promesas y los gestos del mesías. En ese tiempo éramos una minoría despreciada. La historia nos da cada vez más la razón.
Aunque luz parezcan
A mí no me deslumbran estas sombras,
aunque luz parezcan,
en realidad no son más
que el resto de un tiempo que no quiere irse,
de una noche que no cesa.
Quien conoce la luz sabe con certeza
que estas sombras son una trampa
que tiende la oscuridad a los incautos.
Si bien las sombras me persiguen
y aparecen diariamente en la televisión,
la radio y los periódicos,
a mí no me engañan;
ya hace tiempo conviví con la luz,
he conocido a los hombres y mujeres
que entre sus manos la amasan
y lanzan estrellas al firmamento
para romperle el techo a este bosque de tinieblas.
También las palabras me han hablado de los días
en que era posible tomar el sol entre las manos
y tejer con sus luces un nuevo poema.
A mí no me deslumbran estas sombras,
así me rodeen sé que no son más que muertos
que no quieren marcharse.
Conozco muy bien el lugar en el que despierta el fuego.