Con los votos de 25 de sus compañeros de la Asamblea de Antioquia y uno en blanco, la abogada Verónica Arango García se convirtió este jueves en la cuarta mujer en la historia de esa corporación en acceder al máximo cargo de la duma que cuenta con registros desde el año 1903 del siglo pasado.
- En su segundo período como diputada, se daba por descontado que merced a los 65.528 tarjetones que obtuvo en las elecciones del 2023, que la convirtió en la más votada en ese proceso electoral, fuera elegida como presidenta de la Asamblea en el período del 2024, hecho que no ocurrió, pero que ahora se hizo justicia a la dirigente del Centro Democrático que hace cuatro años llegó a su curul con 25.111 votos.-
Verónica es hija única de padre cartagenero ya fallecido, de nombre Eduardo Enrique, un empresario formado en la economía y en la medicina; y de una ama de casa llamada Luz Estela que hoy la acompaña en sus tareas políticas.- Creció con sus abuelos maternos, Nicolás y Estela, en el barrio Calasanz de Medellín, frente a la iglesia San Matías Apóstol, pero con raíces genealógicas sembradas en el municipio de Titiribí, en el suroeste antioqueño, uno de los mayores productores de oro de la época hispánica en nuestro país.-
Hizo todos sus estudios, desde la primaria hasta el bachillerato, en el colegio Santa Bertilla Boscardín en el barrio Robledo de esta capital, institución que le hace homenaje a una mujer de origen italiano llamada Anna Francesca Boscardín, hija de campesinos que a los 16 años se puso los hábitos de monja con el nombre de María Bertilla, que luego de sortear los desafueros de la Primera Guerra Mundial, siguió al servicio de los enfermos del hospital de Treviso hasta su muerte.-
Volvamos al presente.- En la institución, regentada por monjas italianas, la primaria era mixta y el bachillerato era femenino, y en ese ambiente se educó la hoy flamante presidenta Verónica Arango García quien se alista para asumir el cargo a partir del 1° de enero del 2025, pero cuya ceremonia de posesión está prevista para el próximo sábado 30 de noviembre, un hecho que no tenía previsto en su vida profesional, porque ella había soñado con todo, menos que iría a hacer parte de nuestra clase dirigente.- Pero lo que es para el tigre no se lo come el león.-
Egresada de la Universidad Autónoma Latinoamericana con el título de abogada, carrera que hizo gracias a la comprensión del rector Jairo Uribe Arango, al que le relató su precaria situación económica, pero éste no solo la entendió, sino que aplicó a un crédito de $30.000 pesos, cancelado en módicas cuotas mensuales a través de Suramericana de Seguros.- Allí terminó sus estudios de pregrado y en las aulas de la universidad conoció a quien sería el padre de su hijo Emmanuel, el también abogado Julián Felipe Bernal.-
Se considera de corazón “unaulista”, porque allí estudió una especialización de Alta Gerencia y Derecho Administrativo y Magister en Derecho Administrativo, pero en ese claustro académico aprendió a conocer la dura realidad por la que pasan muchos jóvenes que no cuentan con los recursos suficientes para ingresar a cualquier institución de estudios superiores a realizar sus sueños, razón por la cual el tema lo convirtió en su bandera en su quehacer político.-
Es la tarde de un miércoles del mes de noviembre, y estamos en su oficina en la Asamblea de Antioquia en donde se respira un aire de tranquilidad por el trabajo cumplido - incluso con algunas evocaciones a la Navidad que se aproxima - contrario al ajetreo y a la agitación que se observaba un año atrás cuando todo era un mar de nervios frente al gran desafío que tenía ella y su equipo de trabajo, todos muy jóvenes por cierto, para alcanzar la meta que se habían trazado, la cual era llegar a la cima de los 50 mil votos, por la que ya pasaron hace un buen rato.-
De tiempo atrás, en el Centro Democrático hizo su aparición una especie de equipo dentro de esa colectividad, al que algunos medios bautizaron como los “Paolos” y así se quedaron, formado por la actual senadora Paola Andrea Holguín Moreno, más uribista que el propio Uribe, encargada de reclutar personas del talante de Verónica, es decir, con capacidades para enfrentar cualquier adversidad y con una profesión definida y probada en el servicio público y en ella se cumplían los requisitos.-
Sin embargo, su llegada al equipo, tal cual nos contó, se remonta a la hora cuando su primo segundo, Juan David Arteaga Flórez, en ese momento vicepresidente del Concejo de Medellín, la llamó para que hiciera parte de su grupo en calidad de abogada en esa corporación y luego la llamaron para ocupar la Secretaría de Gobierno en el municipio de Abejorral, donde era alcalde Walter Manrique.- Allá estuvo un año hasta cuando Simón Molina, su otro alter ego, le hizo señas para que se enrolara en las filas del Centro Democrático y fue nombrada Personera Delegada para los Derechos Humanos en atención al público en la Personería de Medellín.-
Allí alcanzó a prestar sus servicios como asesora de la Secretaría de las Mujeres y de la Secretaría de Movilidad de Medellín; fue asesora en Contratación Estatal en las secretarías de Participación Ciudadana y en la Personería de Medellín donde coordinó el observatorio de Contratación Estatal y luego Jefa de Control Interno de EPM en la filial de EMVARIAS y en esas estaba cuando le sugirieron hacer parte de una lista que su partido iba a presentar a la Asamblea de Antioquia para las elecciones del 2019, aunque ella no tenía muy claro en dónde iba a conseguir sus propios votos.-
“Usted tranquila”, fue lo que dijeron desde un equipo que se ha caracterizado por su disciplina a la hora de conseguir votos, y así llegó a ser elegida con los 25.111 votos ya registrados.- Al redactor se le ocurrió preguntar a qué se debió el crecimiento en estos cuatro años al pasar a casi tres veces más este 29 de octubre, y la respuesta fue contundente: al trabajo.- Era como conseguir 10 mil votos por año, le digo sin mucha contundencia, y me contesta que la clave fue ponerse al servicio de los alcaldes sin importar su origen ni procedencia ideológica, así como el trato frecuente con los concejales del departamento.- Eso sí, me advirtió, muy de la mano del entonces gobernador Aníbal Gaviria Correa con quien tiene una suerte de agradecimiento infinito del que no se ahorra calificativos a la hora de mostrar su gestión.-
Sus antecesoras en ese cargo fueron Gilma Londoño, elegida para el cargo en 1977, Piedad Cecilia González en 1991 y Orfa Nelly Henao en el 2015.
Es posible, decimos como apunte final, que el martes 10 de diciembre, cuando cumpla sus 44 años de vida, los aproveche para celebrar este nuevo triunfo que tampoco estaba en sus cuentas…