Cuando los colombianos la vieron ese 15 de enero del 2022, en una comparsa en plenas fiestas de Sincelejo, no la reconocieron. La figura perfectamente torneada, juvenil, atrevida, contrastaban con las fotos que se conocían suyas, una mamá común y corriente, vestida entrada en los cuarenta vestida convencionalmente, a la sombra de su esposo, Gustavo Petro. Cuando apareció en los carnavales que coincidían con la recta final de la campaña no se sabía que detrás había toda una campaña apoyada en la imagen construida por la lente del experimentado fotógrafo Mauricio Velez graduado en el Instuto italiano de fotografía de Milán donde fue asistente del famosos fotógrafo de moda Bob Kreeger.
Así fue como desde enero del año pasado Mauricio Velez no se despegaría ni un minuto de las primera dama y pagado como parte del staff de la campaña junto a un equipo de redes sociales iniciaron una exitosa estrategia que dio frutos: Verónica Alocer empezaba a tener vuelo propio y no exactamente por sus palabras sino por las imágenes. Siempre a la gente del pueblo, cercana, humana pero con una estética impecable. Allí estaba la lente de Mauricio Velez quien sabía moverse entre personajes como lo hizo a la hora de retratar al productor Quincy Jones , a la cantante cubana Celia Cruz, o el ídolo de la ranchera Vicente Fernández.
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Mientras Petro se daba la pela en las principales plazas públicas del país, Alcocer, siempre acompañada de su fotógrafo de cabecera, aparecía en las principales festividades del país como en las pilanderas, del festival de la leyenda vallenata o en la Feria de Colombia Moda en Medellín.
Tras el triunfo electoral de Gustavo Petro, Vélez tendría su trabajo asegurado al lado de la primera dama de quien había logrado tanto respeto que fueron sus imágenes las escogidas para acompañar la interpretación de la soprano de Buenaventura Betty Garcés quien fue uno de los platos fuertes de ese 7 de agosto.
Gracias a un fallo de la Corte Constitucional con ponencia del magistrado Carlos Gaviria, después de Ana Milena Muños de Gaviria a finales de 1994, las esposas de las presidentes dejaron de oficinas con estructura burocrática y presupuesto. Dejó de existir el despacho de la primera dama y su único rol previsto es el de presidir la junta directiva del instituto de Bienestar Familiar, responsabilidad que existe desde su creación en el gobierno de Carlos Lleras Restrepo y con Cecilia de la Fuente de Lleras como primera dama.
La estrategia mediática de Verónica Alcocer no terminaría con la llegada a la Casa de Nariño donde como, se ha visto, llegó a ejercer poder. Necesitaba a Mauricio Velez al lado suyo y logró que fuera contratado a través de RTVC, empresa de comunicaciones del Estado quien aún no ha elegido oficialmente a su gerente, siendo un puesto clave para la estrategia de cualquier gobierno. El mando lo tiene aún Adriana Vásquez, quien desde el gobierno Duque, ha sido subgerente de televisión pero ejerce solo labores administrativas.
Sin pronunciar mayores palabras ni plantear programas e incluso con la habilidad para hacerse a un lado para evitar ser salpicada por el escándalo de ICBF que no solo preside desde la junta sino que llevó como directora a una recomendada suya Concha Barracaldo , Alcocer sigue en su propósito de construir una marca.
Ya entronizado en el nuevo gobierno, Mauricio Velez continuó con su plan desde RTVC. En noviembre pasado y como remate de años dirigió la serie Gobierno Petro 100 días: Colombia potencia mundial de la vida, donde la primera dama fue protagonista. Pero el nuevo año comenzó con una tarea inesperada.
El 12 de enero Verónica Alcocer inició un viaje personal a Europa para asistir al grado de su hijo Nicolás Arbelaez Alcocer, adoptado por Gustavo Petro el año pasado, en Toulouse Business School en el sur de Francia y de paso visitar a su hija Sofia quien se mueve entre Paris y Barcelona. Iba eso si con el propósito en mente de lograr una audiencia con el Papa Francisco. Verónica es católica y creyente devota de la virgen de Nuestra Señora de la Virgen Milagrosa y tenía la frustración de no haber sido invitada a la audiencia que sostuvo su esposo en la campaña presidencial. Iba sin fecha pero la delegación de Colombia en el Vaticano, aunque no tiene aun embajador de cabecera tenía toda la intención de satisfacer el anhelo de la primera dama. Y las cosas se dieron. La audiencia quedó fijada para el sabado 14 de enero. Sería el único acto oficial de la primera dama, tan es asi que solo solicitó viáticos para cubrir esos dos días de viaje, suministrados por el fondo rotatorio de la Cancillería.
Verónica Alcocer no dudó en solicitar la presencia de su fotógrafo personal para asegurar un registro estético, casi que de estudio de su encuentro con el Papa Francisco. Para ello el equipo de comunicaciones con el fotógrafo de la embajada de Colombia en Roma, donde además esta como embajadora su amiga sucreña Lida Margarita Quessep
El viaje express a Roma, Mauricio Vélez supo aprovechar y con la misma solicitud de siempre Verónica Alcocer le dio la oportunidad de presentarle su trabajo fotográfico al Papa recogido en el libro Colombia más allá de la memoria en el que muestra su faceta más de fotógrafo social. .
El encuentro con el Papa, como todas las audiencias duró media hora, pero el registro y las fotos en redes sociales quedaron para la posteridad y cumplieron con el cometido que se había trazado Veronica Alcocer en su construcción mediática de mujer independiente, moderna y a la moda con agenda propia, aparte de la de su esposo el Presidente con quien se encontrará concluida su participación en el Foro Mundial de Davos para visitar Touluose, donde su hijo Nicolás acaba de graduarse, tal como aparece en el programa oficial difundido por la Presidencia.
