El partido entre Águilas Doradas y Boyacá Chicó fue la gota que rebosó el vaso en la Liga Betplay Dimayor. La cantidad de sucesos lamentables y hasta surrealistas que ocurren cada fin de semana en el fútbol profesional colombiano son tristemente costumbre en Colombia, pero este fin de semana el escándalo repercutió a niveles internacionales.
El 8 de abril Águilas Doradas anunció 18 positivos por COVID-19, dentro de los cuales 14 eran jugadores. Sumado a la lesión de siete jugadores, dejaba al equipo antioqueño con solo cuatro disponibles. Águilas solicitó a la Dimayor suspender el partido, pero todos los argumentos fueron desestimados por el máximo ente del fútbol colombiano.
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— Águilas Doradas (@AguilasDoradas) April 11, 2021
La Dimayor demostró que su prioridad es cumplir el contrato de televisión con Win por encima de proteger la salud de ambos equipos y jugar un partido en condiciones justas. Dimayor recordó al equipo antioqueño que podían inscribir jugadores sub-20 para completar los cupos, pero olvidó un pequeño detalle: No hay competiciones sub-20 por la pandemia, por lo que los jugadores están fuera de forma.
Responsabilizando a Águilas por no completar la cantidad suficiente, obligó al equipo a presentarse al partido con siete futbolistas, el mínimo obligatorio con la FIFA. La inédita imagen mostraba en cancha un 11 contra 7, una devastadora desventaja que fue permitida por la Dimayor.
Pero qué está pasando en Colombia???? 7 contra 11 y aún 0-0 después de media hora????
— MisterChip (Alexis) (@2010MisterChip) April 11, 2021
Aguilas Doradas🇨🇴 inscribió un plantel con 29 jugadores. Tiene siete lesionados y quince con Covid. Pidió aplazar el partido contra Boyacá Chicó y se lo denegaron. Está jugando con 7 jugadores, entre ellos un arquero suplente como hombre de campo. Terminó 0-0 el PT. Ampliaremos. pic.twitter.com/7utXJr1aos
— VarskySports (@VarskySports) April 11, 2021
Con un 3-0 a favor del Chicó y los jugadores de Águilas fundidos, el partido ni siquiera finalizó porque Giovanny Martínez se lesionó y no pudo continuar, teniendo que dar el pitazo final al minuto 80.
Fue un partido vergonzoso de principio a fin, incluyendo la pancarta de “Primero la vida, juego limpio”, que fue deliberadamente censurada por Win. Todo esto bajo la aprobación de la Dimayor, una entidad aborrecida por los colombianos y desde hoy, también por el mundo del fútbol.
