A sus 86 años convertido por el rey en Marqués y siendo uno de los 10 hombres más ricos de España, a Juan Miguel Villar le espera un final de vida triste, acorralado por los escándalos de su mega empresa Grupo OHL que tiene una importante presencia en Colombia y donde tampoco ha escapado a los cuestionamientos. Para nada le ha servido su fortuna de 3.000 millones de euros ni su amistad con el rey Juan Carlos con quien compartió más de una jornada de caza a la hora de tener que enfrentar la justicia por distintas irregularidades.
Llevaba dos años con el título de Marqués de Villar Mir cuando en el 2013 le reventó la primera acusación por corrupción: los papeles de Bárcenas. El primero de varios casos de corrupción que rondan el Partido Popular al que el Marqués ha apoyado siempre. Con el dinero recaudado de donaciones empresarios, el tesorero Luis Barcenas, en tiempos del PP de José María Aznar recibía dinero de forma ilegal proveniente principalmente de empresarios con el cual financiaba el sobrecosto de campañas electorales que luego se reflejaba en nombramientos y beneficios por parte gobierno electo. La OHL del Marques de Villar Mir habría aportado 2 millones de euros entre 2004 y 2009 que coinciden con adjudicaciones a la empresa por valor de 7.758 millones de los mismos años, de los cuales 4.652 millones provenían de Comunidades donde el PP había ganado las elecciones.
En el centro del escándalo de que está consignado en el informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal de España ha estado el yerno del marqués, Javier López Madrid, quien tenía asiento en el consejo de OHL. El y su esposa Silvia Villar-Mir eran la pareja amiga del rey Felipe VI y Doña Letizia, frecuentaban salidas sociales, viajes y practicaban juntos el yoga. Silvia ha sido una vieja amiga de las infantas hermanas, amistad heredada de su padre el rey Juan Carlos y el marqués, el padre de Silvia. Pero las buenas relaciones saltaron por los aires a finales de 2014 cuando Javier López fue detenido y permaneció seis meses en prisión por el caso de las tarjetas black de la Caja de Madrid, donde se utilizaron millones de euros en gastos de representación. Doña Letizia le escribió: “Sabemos quién eres, sabes quiénes somos. Nos conocemos, nos queremos, nos respetamos. Lo demás, merde”. Se le olvidó por un momento que era la reina de España.
La ola de escándalos de OHL que empieza a llegar a Colombia inició en México en el 2015. Una serie de audios y videos señalan a los directivos de la constructora española de haber junto con el PRI, el partido del gobierno Enrique Peña Nieto de haber acordado sobrecostos en la construcción de las autopistas Circuito Exterior Mexiquense y el Viaducto Bicentenario, para financiar las campañas electorales que resultaron triunfadoras en las elecciones de 2005, 2011 y este año. Cuestionamientos que continuaron vigentes y motivaron la oferta pública de OHL México desde la semana pasada.
La Superintendencia de Industria y Comercio en cabeza de Pablo Felipe Robledo está investigando la empresa del Marqués del Villar por una supuesta cartelización para asegurar la adjudicación del tercer carril de la vía Bogotá-Girardot, que finalmente fue adjudicado a Conconcreto en 2016, pero que según el ex vicepresidente Germán Vargas Lleras surgen “enormes dudas” porque las firmas que participaron habrían incurrido en prácticas colusorias agrupadas en dos bandos. Las participantes fueron además de OHL Concesiones Colombia, Conalvias, Estructuras Plural TC Girardot Bogotá (conformado por CASS Constructores & CIA SCA y Carlos Alberto Solarte Solarte).
En 2011, OHL Colombia denunció, al no ganar la licitación, irregularidades en la adjudicación de la Ruta del Sol Tramo dos que terminó en manos de Odebrecht, como único proponente –calificado con un puntaje de 1000 sobre 1000- a pesar de su experiencia, OHL fue excluida junto a otras tres firmas por falta de experiencia. El contrato fue suspendido a principios de este año debido a delaciones de funcionarios de Odebrecht que indican la mediaron de sobornos por más de seis millones de dólares en su adjudicación.
En asocio con la italiana Impregilo, OHL ejecutó las principales obras civiles del proyecto hidroeléctrico El Quimbo. La hidroeléctrica que duró cinco años de construcción y tuvo una inversión total de más de USD 1.200 millones, ha sido objeto de críticas en referencia a los daños ambientales, sociales y económicos que ha manifestado la Asociación de Afectados por el Proyecto Hidroeléctrica El Quimbo –Asoquimbo-. El embalse terminó de llenarse para entrar en operación solo el año pasado.
La constructora española tuvo una importante presencia en Medellín durante la alcaldía de Aníbal Gaviria -2012-2015-. OHL operó a través de su filial en Colombia G&O (Agrupación Guinovart Obras y Servicios Hispania) y obtuvo el contrato de las obras del tranvía, contratado inicialmente por USD 94.5 millones y que terminó costando casi 3 veces más: USD 238.4 millones, un sobrecosto que se le atribuyó a un rediseño requerido para subsanar fallas estructurales.
El proyecto bandera de la administración de Gaviria, el Parque del Rio Medellín, un proyecto localizado en la Autopista Sur de la ciudad, cuya inversión inicial se estimó en $161.343 millones terminó con un costo mayor de $ 31.000 millones. La obra fue entregada en agosto de 2016, en medio de la polémica por su necesidad y sobrecostos.
Desde octubre de 2014, OHL Concesiones (60 % la filial en Colombia y 40 % de la filial de Chile) están construyendo la concesión Autopista Río Magdalena 2, que hace parte de Autopistas para la Prosperidad en Antioquia, carreteras de Cuarta Generación (4G). Operará la vía por un plazo de 25 años ampliable hasta alcanzar un total de 29 años. El proyecto contempla los trayectos que conectan a la Ruta del Sol, en la variante Puerto Berrio y el tramo Alto de Dolores - Remedios. La vía tendrá una longitud total de 144 kilómetros con dos túneles y 79 puentes, el mayor de ellos en Puerto Berrio (Antioquia) sobre el rio Magdalena una inversión aproximada a los 1,37 billones de pesos.
El ocaso del Marques que empezó hace tres años llegó a un punto álgido en junio de 2016 cuando su emporio fue expulsado del Ibex (índice bursátil de referencia española) por problemas económicos, un alto nivel de endeudamiento y un desplome del valor de la acción. El marqués Juan Miguel Villar, dio un paso al costado luego de 29 años al mando de la empresa y nombró a su hijo Juan presidente, para bajar las presiones y no tener que estar a los 86 años dando la cara en los tribunales.
Pero la tormenta no cesó y OHL terminó vinculada con el mayor escándalo de corrupción de la Comunidad de Madrid: el Canal Isabel II y su filial en Latinoamerica Inassa. Su yerno Javier López Madrid quién actuaba como consejero de OHL, fue acusado el pasado 21 de abril de pagarle a Ignacio Gonzalez una comisión de 1,4 millones de euros por la adjudicación de una obra. El mismo González detenido el pasado diciembre, con una cascada de acusaciones encima por sus actuaciones ilegales al frente de la Comunidad de Madrid que comprometen nuevamente a directivos del Partido Popular. López Madrid se vio obligado a pagar una fianza de 100.000 euros y dejar su cargo de consejero en OHL, aunque mantiene su posición en otras empresas del Grupo Villar Mir.
Juan Villar-Mir de Fuentes su cuñado, quién ahora preside el consejo de administración de OHL, ha estado dedicado a deshacerse de negocios para conseguir liquidez y estabilizar la empresa, pues en 2016 perdió 432 millones de euros y tuvo que recurrir a una financiación de 747 millones con los bancos para salvar un emporio construido a la sombra de los privilegios del poder desde el general Franco y su escogido el rey Juan Carlos, apuntalado luego por el Partido Popular cuyos tiempos de gloria están por terminar.
Los ojos empiezan a fijarse sobre sus inversiones y proyectos en otros países en los que, como ocurre en Colombia pueden trascender los simples interrogantes por unas prácticas que pueden terminar enredando a OHL y sus filiales con la justicia, dejando al Marques de Villar-Mir mal parado al final de sus días.