Los teléfonos celulares de una persona promedio pueden albergar microbios y virus por semanas. Según algunos expertos, la pantalla y teclado puede estar incluso más contaminada que la tasa del sanitario o el piso de un baño público.
Entonces, ¿cuanto más los que venden en las calles de toda Colombia? No sólo se ha prestado para transmitir enfermedades en la piel, bacterias y virus, entre los que usan ese servicio.
Además ha servido a los delincuentes que extorsionan mediante esos números por los que nadie debe dar cuentas. Yo mismo en una época , como candidato al Congreso, recibí una llamada persuasiva desde un número desconocido e irrastreable.
Y eso que, sin tocar el tema de lo fácil que es cambiar la Sim Card, o de cómo les sirve a los que hurtan y matan por los equipos, el hecho de poder cambiar de línea, con el intermedio de $2000 o a veces se las regalan.
Volviendo a los equipos usados en las calles, algunos ya ni se les ven las teclas, algunos pocos los limpian con un trapo que usan todo el día, y lo más común es que los guarden en el canguro junto a las decenas de monedas que reciben o los dejen en una mesa de madera, la lata donde cortan las frutas, el delantal de la que vende empanadas, y todos los demás sitios imaginables. Hasta en los bolsillos y brasieres he visto que los cargan previos a la venga.
Otras veces los cuelgan con hilos, juntos, cuando alguien toma uno, se lleva a su cara todas las bacterias de todos los teléfonos.
Estando en Estado de Emergencia, Alerta Amarilla, Cuarentena o Aislamiento, lo mínimo es que se prohíba de manera inmediata la venta de minutos en las calles. No solo por el Coronavirus , sino porque estamos en mora de políticas de PYP hacia las poblaciones más vulnerables.