Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla son las ciudades con mayor microtráfico en plataformas digitales, una nueva modalidad de venta de estupefacientes que cada vez crece más en todo el país. Las redes sociales se han convertido en el nuevo mercado negro de las drogas.
“Las organizaciones criminales utilizan estos métodos de comunicación porque son efectivos y porque le garantizan cierto respaldo para no ser identificados”, reveló Julián Buitrago, jefe del Centro Cibernético Policial de la Interpol.
Además, indicó: “Entrando, de forma virtual, de manera encubierta, a estos foros podemos obtener información en qué lugares se comercializa la droga”.
Los delincuentes más conocidos como dealers han diversificado su estrategia de traficar su mercancía a través de internet y así evadir el control de las autoridades.
“Por más que se haya limitado el acceso a precursores y sustancias químicas, los traficantes y productores de drogas ilícitas siguen estableciendo nuevas rutas y métodos alternativos de distribución”, dijo Wilson Ruiz, ministro de Justicia.
A este tipo de sustancias pueden acceder menores de edad, por lo que el tema sigue siendo un reto del gobierno colombiano.
“Insistimos en el principio de responsabilidad común y compartida para fortalecer la cooperación y el esfuerzo global actuando frente a la demanda de drogas y el control de precursores de sustancias químicas y la afectación de las rentas criminales”, comentó el jefe de la cartera de justicia.
Según un estudio del Centro de Investigación de Telecomunicaciones, los jóvenes entre 14 y 20 años son quienes más destinan tiempo a este tipo de crimen en las redes sociales y por esto el gobierno sigue avanzando en la consolidación de una política de drogas.