Se puede engañar a algunos todo el tiempo y a todos algún tiempo, pero no se puede engañar a todos, todo el tiempo…
Abraham Lincoln
Me regocijo no solo con los resultados de las elecciones en Venezuela, sino de tener tan cerca a un pueblo que con paciencia y con mucho coraje ha luchado por revertir un pasado reciente terrible, de desgracia, de abusos, de dictadura disfrazada. ¿Y quiénes son las de los Hue..s? Mujeres batalladoras que se han dado la pela liderando, sin miedo, recorriendo no solo su país sino buscando la solidaridad en otras naciones: Lilian Tintori, esposa del líder opositor preso, Leopoldo López; María Corina Machado, líder política; Mitzy de Ledezma, esposa del exalcalde de Caracas —también preso— Antonio Ledezma; por mencionar las más visibles.
Confieso que veía a los venezolanos derrotados, con la suerte de Cuba en su panorama, pero nos acaban de dar el mejor ejemplo; la herencia bolivariana está realmente en ellos y no en un gobierno que maneja al país como patán de barrio… a los guachazos, con toda la corrupción, con todos los beneficios para ellos y queriendo atemorizar a una nación que resultó muy, pero muy valiente. De hecho, Steven Levitsky, politólogo de la Universidad de Harvard, los ha calificado como “autocracia con reglas democráticas”, “autoritarismo competitivo” y “régimen híbrido”. Además, la derrota fue tan arrolladora porque fueron los mismos ciudadanos humildes, los engañados por Hugo Chávez con promesas que nunca les cumplieron, los que salieron a votar en contra del socialismo del siglo XXI… El socialismo que llenó sus arcas personales antes de realmente solucionar las vicisitudes de sus compatriotas.
“Si bien la mayoría obtenida por la oposición no es la panacea, sí se constituye en el comienzo para Venezuela de salir de la pesadilla, del retroceso y del atraso en materia de libertad y democracia al que los ha llevado estos 16 años del chavismo y ahora el madurismo”. Así lo expresó Nelson Bocaranda, un —si no el más— reputado periodista venezolano que mantuvo al mundo enterado de la verdadera situación del cáncer que terminó matando a Hugo Chávez.
Mucho escuchamos a Maduro amenazar con ir a las calles, pero ¿qué significa en realidad esa expresión? Para él es el plan que tiene con el poder comunal de buscar deslegitimar a la Asamblea opositora en su mayoría, porque dicho poder está inscrito en la constitución. Eso les da el poder a las comunas, a las siete mil que tienen creadas y que, oigan bien, fue el primer caso de corrupción que el mismo Chávez denunció. ¿Qué pasó? Cuenta Bocaranda que con el dinero que les dio a los concejos comunales, sus líderes se compraron casas, camionetas, televisores y, además, los armó; ese es el drama principal para el periodista venezolano, pues con la crisis económica esos círculos bolivarianos fueron vendiendo las armas que terminaron quedando en manos del hampa, sobre todo de los pranes, bandas criminales que hoy manejan las cárceles, por ejemplo.
El gobierno venezolano está angustiado por el rechazo de su gente por la situación económica, por la escasez, por la violencia y ahora con el hambre y el desabastecimiento. Se hizo sentir por primera vez el voto castigo. No hubo una sola encuesta en la que saliera ganador. “A esta gente se le acabaron los reales, se los robaron; el país está paupérrimo. Tenemos los barcos parados en puertos con la gasolina que están importando o con los elementos para diluir el petróleo que estamos necesitando. Es decir, la crisis es demasiado grande, ya no tienen el fuelle que tenían y han hecho las groserías más grandes para irrespetar las leyes electorales. La gente se cansó”, dice Bocaranda.
Son 16 años sin ministros interpelados que den cuentas de sus carteras, no hay estadísticas confiables, el banco central no entrega cifras porque no quiere que se sepa oficialmente de los números de la inflación; ha habido muchos negocios sucios, vulgares y groseros con los gobiernos amigos del régimen. Este comienzo de victoria es para reconciliarse, para lograr una separación de poderes y para “comenzar a ponerle orden a una democracia muy afectada y muy enferma”, puntualiza el más reputado periodista del vecino país.
Aquí queremos todo ya, o lo solucionamos con violencia,
pero hacemos fila como borregos
para volver a pagar lo que ya habíamos cancelado
para prevenir la crisis energética que se avecina
Afortunadamente, el pueblo venezolano ha dado muestras de valentía, de solidaridad y de que se puede batallar democráticamente –sin violencia- contra la farsa de los gobiernos que lo quieren doblegar, someter y abusar. Esa es la gran lección que nos dejan nuestros vecinos geográficos. Aquí queremos todo ya, o lo solucionamos a bala, con violencia, pero hacemos fila como borregos para volver a pagar lo que anticipadamente habíamos cancelado para prevenir la crisis energética que se avecina, sin la protesta que se debiera ejercer. No pedimos cuentas. Desfilan los Nule, los Moreno y todos los pillos que han vivido de los dineros públicos robándoselos y termina no pasando mucho. Nos aguantamos todo, en lugar de no aguantarnos nada.
La historia del mundo ha demostrado que las dictaduras soterradas o descaradas son perversas en cualquiera de los dos extremos: izquierda o derecha. Los presos políticos, contrario a lo que esperaba Maduro, han sido la bandera política para que los ojos del mundo se hayan puesto en Venezuela y las mujeres de ese país se hayan convertido en las caras visibles de una sociedad que se cansó de los enemigos de afuera y de la lucha contra el imperialismo.
Mis respetos al pueblo venezolano que comenzó a trasegar el camino duro, espinoso y seguramente con zancadillas de la recuperación de su país.
¡Hasta el próximo miércoles!