El Gobierno de Venezuela ha solicitado a la Fiscalía que emita una orden de arresto internacional sobre el exministro de Petróleo Rafael Ramírez, acusado por el chavismo de perpetrar un "mega fraude" en la petrolera estatal PDVSA y cuya entrega Caracas reclama desde hace años.
Las autoridades acusaron ya en diciembre de 2017 a Ramírez, que reside actualmente en Italia, de generar pérdidas de 4,8 millones dólares en la petrolera, mediante un supuesto crédito con Administradora Atlantic que no aparecería en los libros contables de PDVSA.
El vicepresidente venezolano responsable de temas económicos, Tareck El Aissami, ha anunciado que ya ha entregado todas las pruebas ante la Fiscalía de "una de las tramas de corrupción más graves que se haya conocido en la industria petrolera", informa el diario 'El Universal'.
"Rafael Ramírez firma el acta donde acepta el supuesto financiamiento irregular", ha dicho El Aissami, al aludir a una prueba que el chavismo considera clave para terminar de encarcelar a quien no ha dudado en catalogar de "mente perversa y corrupta".
El Gobierno considera al exministro "uno de los responsables directos del desastre" de la industria venezolano, un "traidor" a las tesis que supuestamente promulga el chavismo, en palabras del vicepresidente, que ha defendido la campaña emprendida contra la corrupción.
Poco antes de la comparecencia de El Aissami, el propio Ramírez advertía en Twitter de que el Ejecutivo de Maduro estaba preparando "otra olla" en su contra, "otro falso positivo". "Va a ser interesante porque le explicaré a todo el país como los hijos de Cilia Flores (esposa de Maduro) desfalcaron PDVSA", ha advertido.