A Venezuela la gobierna un sindicato de grupos mafiosos que mantienen secuestradas las instituciones democráticas del Estado. Ahí caben todos los grupos criminales: narcotraficantes, corruptos, bandas delictivas organizadas como el Tren de Aragua, los colectivos y otros grupos como los mineros y tratantes de blancas.
Se reparten el país como un botín con la complicidad, la anuencia o la participación activa de gobernadores civiles y militares (ZODI). La última modalidad delictiva es saquear el hierro y el acero de las ruinas de las instalaciones eléctricas, ferroviarias y petroleras, entre otras empresas del Estado.
El nuevo grupo delictivo que se sumó al sindicato dirigido por Maduro y la Fuerza Armada es la Alianza Democrática cuya función es legitimar el secuestro de las instituciones del Estado a cambio de cargos, contratos y otras prebendas provenientes del saqueo del país. Una larga lista de malolientes que desde hace muchos años colgaron el hábito de la oposición democrática
El sindicato no sólo controla el Estado y a la FAN. Tienen periódicos, portales de noticias, cadenas de radio y televisión; empresas de banca y seguro, empresas de cemento, cabillas y turismo, entre otras. No existe actividad económica de la que no participen. Obviar ese poder no es opción..
Las sanciones internacionales contra la dictadura madurista deben mantenerse incólumes. Levantarlas sólo acrecentaría el poder del sindicato de la izquierda autoritaria-militar y sus adláteres nacionales y extranjeros.