La reciente crisis política en Venezuela, de fuerte eco entre los habitantes de la región cuenta con matices idénticos a crisis pasadas en el mismo país y de países latinoamericanos en el presente y en el pasado. Al igual que la chile de comienzo de los años 70s la clase social adinerada es la que lidera la protesta, convenciendo a la clase social media alta y media de su país de salir a las calles y oponerse al gobierno de avanzada, la crisis de desabastecimiento es similar, y debemos considerar que tal vez no se trató de problemas administrativos de las presidencias. Gracias al periodista Venezolano-Uruguayo Walter Martínez el cual desempolvo, en la edición del programa Dossier el 6 de febrero pasado, el libro Los Documentos Secretos De La ITT, mi generación recordó la existencia de un documento más vigente que nunca y referencia obligada para estos días. El este libro que rebela los comunicados de la CIA con relación al tema saboteo de Estados Unidos a Salvador Allende y posterior derrocamiento vía militar, con las consecuencias ya conocidas por todo, explica a grosso modo como desde afuera crean una crisis económica, patrocinan el desabastecimiento para general descontento en la opinión general, y la creación de una disidencia en el ejército quien diera el golpe mortal. En el caso Venezolano en el 2002 el intento de golpe de estado contra el presidente Chávez fue enmascarada con una protesta multitudinaria, organizada por la clase adinerada venezolana, engrosada por la clase media alta y media en la mayoría ignorantes de los planes ocultos, y cuya marcha se acercó peligrosamente al Palacio De Miraflores y fue apoyada logísticamente por mercenarios internacionales y a la espera en la frontera marítima de un portaaviones de la potencia militar número uno del mundo, mientras los canales de tv privados en Venezuela colocaban programas triviales en vez de informar sobre la crisis en su momento. Cuando en Bolivia aparecieron los fantasma separatistas, Evo Molares llamó al dialogo, con feliz término para el país andino, y cuyo ejemplo afortunadamente siguió el Gobierno Venezolano en estos días.
Información A Medias: Medios de comunicación, venezolanos privados, colombianos y estadounidenses han obviado informaciones productos a los días de las manifestaciones, como los asesinatos de personal de la fuerza pública en Venezuela, la destrucción a propiedad pública y privada en actos de vandalismos como fue el caso del metro de Caracas, la utilización de armas de fuego y los intentos peligrosos de llegar a palacio presidencial. En vez de esto han llenado la parrilla informativa con información a medias sobre la represión policiaca, y opiniones personales de periodistas como “la mayoría del pueblo Venezolano está en contra del gobierno” afirmación, sin ninguna fuente estadística o electoral que la sustente. Lo Anterior no ayuda a la formación de opinión crítica entre los espectadores, y mucho menos a la verdad complementaria, derecho mínimo al que tiene todas las personas en el mundo de la información.
La Figura De Nicolás Maduro: El actual presidente Venezolano Nicolás Maduro quien hoy encarna la llamada Revolución Bolivariana en su país, por designación del mismísimo Hugo Chávez en su última aparición televisiva antes de partir del mundo terrenal ha sido un hombre que hasta el día de hoy no la ha tenido fácil. Se dio a conocer internacionalmente en el cargo de canciller, fue entonces considerado por algunos analistas y personas de la opinión general como una figura prometedora de la política, con buenas relaciones diplomáticas, y manejo de cámara y micrófonos. Esta imagen dista mucho del maduro que vemos hoy con frecuentes lapsus linguae, consecuencia más de una psiquis traicionera que problemas de conocimiento, lo que por supuesto ha sido utilizado por contradictores y expertos audiovisuales que sin querer le hacen el “juego al contrario” empeorado estas fallas con ediciones de los videoclips. Las toman como burla con el fin de aumentar la lista de apáticos al personaje. Es seguido por una multitud convencida de un proyecto político, con sus beneficios y desventajas, más que por el actual líder el cual aún no enamora por defectos propios y zancadillas externas. Lleva a cuestas la sombra de Chávez que para bien a ayudado a mantener la cohesión entre los seguidores de la revolución y para mal el recuerdo de un difunto con conocimientos en historia y carisma que le minimizaría la imagen a cualquiera. Escuchando sus largas intervenciones televisivas, nos damos cuenta que es son más los periodos de lucidez en el discurso que los pocos errores que masifican y nos lo recuerdan a diario. Un dirigente que por los saboteos externos se nos hace difícil evaluar su gestión, en este tiempo solo contamos con un ascenso electoral que va del 1.5% en las elecciones presidenciales a un 60% aproximadamente en las elecciones de poder local, entre el oficialismo mayoritario en ambos casos y la oposición.
@psicopolitico