Vergüenza debería darle a Alejandro Santos haber permitido que por unos cuantos pesos la que una vez fue la revista más prestigiosa del país se convirtiera en un panfleto del grupito mafioso que hoy ostenta el poder en Colombia. En mi opinión, Semana es hoy un espacio desde donde se criminaliza a todo aquel que se oponga a la dictadura de su codicia.
Porque eso son, se hacen pasar por militantes de extrema derecha, pero ni a eso llegan. Bien pudieran ser amigos de Maduro, si estuvieran en Venezuela, o de Ortega, en Nicaragua. La única ideología de esa clase mafiosa que hoy gobierna es el dinero fácil y la trampa. Son primos de narcos, abrazan a narcos, posan en las fotos con narcos y corruptos, pero se hacen llamar gente de bien.
Pues sí, desde ese panfleto se dan el lujo de quitarle el carácter de humanos a por lo menos ocho millones de colombianos a los que nos representa la Colombia Humana. Nos llaman "inhumanos", y como inhumanos que somos pues merecemos ser espichados como cucarachas, ¿cierto, Vicky?, ¿no es así, señora Cabal?
Uribe lo dijo clarito en el Senado: "Yo prefiero 80 veces al guerrillero en armas que al sicariato moral difamando". No soportan que la democracia nos permita ser iguales a ellos y que nos dé el derecho a la vida. Les arde que se les pueda decir la verdad en las narices y a eso llaman "sicariato moral".
A la final, sus argumentos son las balas con las que cuidan sus negocios turbios y les estorba la democracia, por eso saquean sin piedad este país para que retroceda a niveles como los de Haití, donde la vida de las personas vale menos que el de una cucaracha.