La situación económica y laboral en Colombia está difícil, para nadie es un secreto. La llegada de la pandemia del coronavirus empeoro la situación, no solo en el ámbito nacional sino en Barranquilla.
A las bajas ventas y a los problemas económicos se le suma la persecución por parte de los agentes del espacio público, enviados por la Alcaldía distrital para despojar de los puestos de ventas de frutas, verduras, carnes, entre otros, que están estacionados en la calle 30, paseo de Bolívar y en todo el centro de la ciudad, violando el derecho a los ciudadanos de ganarse el pan diario vendiendo sus mercancías o productos. No obstante, también es cierto que algunos vendedores estacionarios violan el espacio público, ubicando sus carretillas relativamente en la mitad de la calle.
El señor Fredy Marimón es un vendedor estacionario de frutas y verduras que tiene su puesto ubicado en la carrera 43 en el centro de Barranquilla hace más de 30 años. En nombre de sus compañeros le pide al alcalde Jaime Pumarejo, a la gobernadora Elsa Noguera y al gobierno nacional menos persecución y más ayudas para ellos, ya que están siendo perseguidos por vender en el espacio público.
“Durante la cuarentena, hasta el sol de hoy no hemos recibido ayuda alguna por parte del gobierno, y no hemos salido favorecidos en subsidios dados por el presidente de la república Iván Duque”, sostuvo Marimón.
Vea el testimonio completo del vendedor del centro de Barranquilla aquí: