La semana pasada se realizó la versión número 20 de la Semana coral de Buga, un festival que ocurre cada año y convoca coros nacionales e internacionales para mostrar su música en el municipio del Valle del Cauca. Son cinco días en los que las agrupaciones se toma colegios, iglesias, plazas, instituciones, la Basílica del Señor de los Milagros y el Teatro Municipal de Buga, que es un teatro hecho con estilo italiano.
La Semana coral de Buga es organizada por la Corpacoros, la Corporación para el Desarrollo de la Música coral en Buga, una organización fue creada por amantes de la música coral que han logrado posicionar este evento. Todo coro que recibe esta invitación acude a Buga por sus propios medios, y es así como se nota la importancia que tiene para grupos de Estados Unidos, Argentina, Perú, Venezuela, entre otros; viajan a Buga para cantar y compartir su trabajo, su música.
Como parte del festival, Corpacoros trae a importantes figuras de la música coral para hacer crecer a los directores de coros colombianos y fomentar la creación de grupos corales. Uno de los casos mas llamativos es el del maestro Néstor Andrenacci quien es ampliamente reconocido en Argentina por su trabajo y sobre quien el diario La Nación de este país dijo: “Si la floreciente actividad coral en la Argentina mantiene en su cúspide un altísimo nivel, parte de este mérito le corresponde, sin duda, a Néstor Andrenacci”.
Aunque las virtudes del festival sobran, y podría volverse esto casi un publirreportaje, es curioso que medios de alcance nacional y la gente no se vuelque aún más para disfrutar este evento. Mientras la prensa, la televisión y la radio van eventos que son relativamente nuevos, no voltean a mirar al Valle, a Gadalajara de Buga. No pido que se dejen de cubrir estos eventos, no. Lo que pido es que se haga un poco más de justicia con la Semana Coral de Buga, que se reconozca más su labor -que no es pequeña en ningún modo- como lo han hecho los medios regionales Telepacífico, el diario El País de Cali o la revista internacional Wall Street Magazine.
Son 20 años los que lleva Buga acogiendo a cantantes y directores de distintas partes del país por unos días. Ojalá desde la próxima Semana Coral también lleguen espectadores de otras latitudes impulsados por el placer de oír buena música. Porque antes que mencionen que los coros solo son para las iglesias, deberían escuchar la versión de La Cucharita del Coro Pedro Biava de Barranquilla; o la interpretación del Chan Chan de la Buena Vista Social Club hecha por el Coro Graduale & Semillero de la facultad de Artes ASAB de Bogotá. Música hay para todos, de eso se encarga el festival.