La esterilización masculina o la vasectomía es una estrategia permanente de anticoncepción. Es una operación sencilla que detiene el ingreso de esperma al semen. En promedio, casi todos los hombres se la pueden realizar. Es un procedimiento altamente eficaz, seguro, accesible, conveniente y fácil de realizar.
Se calcula que más de 30 millones de parejas en el mundo utilizan la esterilización masculina como método anticonceptivo. No obstante, se realizan más del doble de esterilizaciones femeninas si se compara con la vasectomía. En particular, la vasectomía es elegida sobre todo en países con un desarrollo alto, así como con mayor igualdad de género. Por tomar varios ejemplos desde el punto de vista de continentes. En África, la prevalencia es del 0.0% con menos de 100. 000 hombres que acceden a ella. De los 54 países que conforman el continente solo 10 informan que la efectúan con números muy precarios como lo son los de Sudáfrica (0,7), Botsuana (0,4) etc. Entre las explicaciones de este fenómeno es porque es uno de los procedimientos menos conocidos en esos territorios.
De la misma forma, si se toma el continente americano y se desglosa con Norteamérica, la prevalencia allá es del 12%, en Oceanía y Europa del Norte es del 11%. Un caso particular es Canadá, donde su prevalencia es del 22% y como uso anticonceptivo es del 31%. Otros datos de prevalencia son el Reino Unido con el 21%, España con el 7,5%, Bután con el 13% y Corea del Sur con el 16,8%. En EE. UU., se estima que se realizaron 527.476 vasectomías para el año 2015 en cambio en Colombia tomando datos de Profamilia desde 1976 hasta el año 2016 solo se han efectuado 274.332. En efecto, en Colombia, tiene una prevalencia del 3% donde el primer puesto lo ocupa Brasil con una prevalencia del 5%. No obstante, si se realiza un cuadro comparativo de América Latina y el Caribe, se puede afirmar que la vasectomía se ha acrecentado por lo menos en los últimos 15 años en 4 veces y 60 veces si se toman los últimos 25 años.
En particular, desde el punto de vista socioeconómico y sociocultural el bajo acceso a la vasectomía por parte de los hombres se basa sobre todo en estereotipos de género los cuales limitan la utilización de este procedimiento y a su vez generan barreras en los servicios de salud. En ambos géneros se pueden identificar interpretaciones erróneas que relaciona la vasectomía con castración, debilidad física, impotencia etc. Sin olvidar, el machismo como pivote cultural que ha perpetrado históricamente caracterizaciones frente a lo que se supone debe de ser un hombre y una mujer. Acotando que también se ha demostrado además de lo dicho anteriormente que hasta el año 2015 para Colombia y el 2011 para España los hombres fueron tenidos en cuenta dentro de la muestra poblacional al preguntarles sobre sus percepciones y uso de anticonceptivos.
En promedio, el uso de los anticonceptivos está mayor propagado en las mujeres que en los hombres debido sobre todo a la socialización de roles de género donde estos últimos ya sea por ignorancia, machismos entre otras, tienden a forjar resistencia como subutilización de estos servicios de salud si se comparan con las mujeres.
Para terminar, el 28 de marzo del presente año me practiqué la vasectomía. En un primer momento puedo afirmar como experiencia que no es dolorosa, es decir, es un procedimiento sencillo donde los conductos del escroto que transportan el semen se cortan o bloquean, lo que contribuye en que estos al no poder salir del cuerpo no provoquen un embarazo. Es una cirugía rápida, le calculo por mucho una hora y el mismo día uno puede regresar a su casa. Como toda cirugía tiene contraindicaciones, sin embargo, bajo los cuidados de una semana quieto y con algo de analgésicos es prácticamente indolora. Sin dudar que sí hay molestias. En lo particular, el único momento que tuve dolor fue cuando me revisaron 5 días después, pero si comparo con otras cirugías que he tenido es insignificante el dolor. La anticoncepción no es solamente responsabilidad de las mujeres, sino también de los hombres.
Fuentes
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