El vapeo es un hábito que se viene posicionando como tendencia mundial. Cada vez son más las personas que recurren a estos dispositivos como una alternativa al cigarrillo tradicional, y encuentran múltiples ventajas tanto para su salud como para la de quienes están a su alrededor, constituyéndose en un elemento que mejora índices de salud pública y de paso se constituye como un sector económico naciente que brinda empleo y activa la economía.
En Colombia ya hay cientos de distribuidores, inclusive “cigarrillos electrónicos” de primera generación ya han llegado a muchas tiendas de barrio y almacenes, probando que es un producto con un mercado sólido y que evidencia cómo el consumidor de cigarrillo tradicional tiene un deseo de evolucionar y hacer parte de nuevas tendencias mucho menos dañinas para su salud.
Lastimosamente hemos evidenciado que hay un fuerte movimiento en el país que viene desde entidades como la Liga contra el Cáncer, distintas fundaciones y el mismo Ministerio de Salud, que recurren al principio de precaución. Esto es para Asovape (Asociación Colombiana de Vapeadores) una desafortunada coincidencia que estas prestigiosas entidades coincidan en su dictamen sobre el vapeo, con las ideas que vienen defendiendo desde hace años las grandes tabacaleras.
Desde la comunidad del vaping, que más allá del uso de un dispositivo se ha constituido y fortalecido a nivel mundial como un estilo de vida, es un gran interrogante el interés repentino de las autoridades por la prohibición, cuando es el mismo gobierno nacional el que ha promovido un nuevo enfoque en la regulación de distintas sustancias que en el pasado eran prohibidas.
En el mercado encontramos una amplia gama de productos para el consumo humano que representan un riesgo para la salud y no se ha visto una determinación tan clara por parte de las autoridades de salud en prohibir. Por ejemplo, las bebidas alcohólicas, las cámaras de bronceo, los embutidos o el mismo cigarrillo tradicional, todos estos productos que aumentan drásticamente las posibilidades de cáncer en quienes acceden a ellos.
Esto nos lleva a analizar, ¿Por qué la arremetida contra el vapeo? Y es allí donde empezamos a encontrar motivaciones non sanctas en quienes promueven la prohibición total. Ya que como se ha visto en los Estados Unidos y ha sido denunciado en reiteradas ocasiones por actores de la comunidad del cigarrillo electrónico, detrás de la prohibición se encuentran los poderosos cabildantes de la industria tabacalera, con amplios recursos y una larga historia de incidencia en el poder, ya sea a nivel del Congreso o el mismo ejecutivo.
Por otra parte están los tradicionales activistas en contra del tabaco, quienes por coherencia con sus ideas y desconociendo las minucias de lo que es el vapeo, se han alineado en contra de este nuevo hábito. Irónicamente, quienes llevan décadas luchando contra el tabaquismo resultaron hoy en día alineados con sus tradicionales enemigos, las grandes tabacaleras, otorgando una gran oportunidad a los gigantes del tabaco de camuflarse entre protestantes bien intencionados pero en muchos casos víctimas del desconocimiento de lo que es el vapeo.
El problema tiene una arista más y es que a pesar que algunas tabacaleras se han encargado de combatir el uso del cigarrillo electrónico otras han decidido no ceder su tajada y se han mimetizado en el mercado, a través de la compra de empresas productoras de estos dispositivos como blu E-Cigs, Green Smoke y MarkTen entre otras, así que antes de comprar su vaporizador es importante verificar la procedencia de su marca, si desea dejar de enriquecer aquellas compañías que han afectado y acabado con millones de vidas durante el último siglo.
¿En qué va la regulación en Colombia?
En el año 2014 como un hecho sorpresivo para un mercado naciente que aún no ha llegado a consolidarse en el país, el Senador Mauricio Lizcano radicó un proyecto de Ley que principalmente, busca prohibir la venta y consumo para menores de cigarrillos electrónicos.
Asovape, como la entidad que agrupa a los vapeadores (comercializadores y usuarios) colombianos, llevó a cabo acercamientos con el Congreso colombiano y se plantearon inquietudes y propuestas sobre el proyecto al que le restan dos debates en Senado para convertirse en Ley de la República.
Un punto sobre el que se ha suscitado gran debate es el de la prohibición al uso en espacios cerrados, artículo que tras debates en la Cámara de Representantes que plantearon la importancia del respeto a principios constitucionales del libre desarrollo de la personalidad y el desarrollo de la libre empresa, entre otros, fue eliminado del proyecto de ley.
Pero recientemente entidades anti tabaquismo han insistido en revivir este punto sin fundamento alguno y esto se hizo evidente con la reciente visita del Dr. Konstantinos Farsalilnos al país en un foro organizado por el diario Portafolio.
El Dr. Farsalinos ha definido el pánico que quieren infundir las diferentes organizaciones antitabaco entorno al proyecto de ley como un “abuso del principio precautelar”, ya que “hay un estudio reciente hecho en varios países de la Unión Europea que concluyó que la tasa de cesación del hábito de fumar en usuarios actuales de cigarrillo fue de 35 por ciento. Se vio además un adicional 32 por ciento en reducción de consumo de tabaco por el uso de estos dispositivos. Entonces el total beneficio es de 67 por ciento. No hay otro producto en la historia que tenga este impacto en la población”.
El Concejo Español de Investigación Científica, del que participa el Dr. Farsalinos, determinó que no hay algo como “humo” de segunda mano, que para el caso sería vapor, es decir, no hay una afectación al fumador secundario en el caso del vapeo y el número de componentes orgánicos volátiles presente en la exhalación del vapor es inclusive inferior al que se produce cuando se respira aire común y corriente.
Otras autoridades como el Royal College of Physicians han inclusive recomendado oficialmente el uso de cigarrillos electrónicos como tratamiento para dejar el tabaquismo, estableciendo que ha probado ser una forma más eficaz que cualquier otra probada anteriormente.
Como un hecho preocupante, es importante señalar que durante los debates, foros y audiencias llevados a cabo para discutir el proyecto de ley que busca prohibir el vapeo en menores, se ha visto la presencia de la compañía de cabildantes del ex Congresista Nicolás Uribe, quien tiene a su cargo la defensa de una de las grandes compañías tabacaleras, que tiene la intención de controlar el mercado del vaping: se trata de la British American Tobacco.
Las cartas están sobre la mesa y en Colombia se está llevan a cabo una discusión sobre un nuevo reto que plantea la tecnología a la forma tradicional, y en este caso peligrosa de consumir un producto. La clave es que las respectivas autoridades se documenten y creen una reglamentación coherente con la realidad científica y tecnológica del mundo actual.
*Secretario Gral. Asovape - @DMezaPretelt