Según algunos espacios, Vanguardia Nacional es un grupo neonazi, ultraderechista, uribista, paramilitar, racista e hispanista; afirmaciones totalmente falsas y difamatorias que distorsionan la honra y la identidad ideológica del centro de estudios, por lo que refutamos:
No somos un grupo neonazi: Vanguardia Nacional es un grupo de estudios colombiano y colombianista que habita un nuevo sentir ideológico y este es el de crear una teoría-praxis nacionalista auténticamente colombiana partiendo del rechazo categórico a las ideologías modernas tanto el nacional-socialismo, como el fascismo, así como el comunismo y el liberalismo. Creemos que solo una acción política puede ser posible y es la que surja de nuestra historia nacional, y en ello, de nuestra pluralidad e idiosincrasia, así como de nuestras necesidades y conflictos. Por lo que toda copia ideológica es precisamente una contradicción a nuestro propósito político. Los elementos de abordaje sobre estas ideologías precisamente tienen una tonalidad crítica y de rechazo, a la manera de un estudio propedéutico para la elaboración del pensamiento colombiano del siglo XXI.
No somos ultraderecha: Pues la posición política que sostenemos es integrista y, por lo tanto, superadora de las viejas topografías ideológicas. Tanto derechas, izquierdas y centros son para nosotros posiciones medianas, incompletas y muchas veces nocivas para el sentido de integridad nacional, plural y unitaria. Incluso, mantenemos una disputa con grupos “derechistas” cuando estos defienden el capitalismo, el clasismo o el racismo.
Ni uribistas ni paramilitares: Identificamos como uno de los principales problemas de la nación el discurso uribista al que calificamos de reaccionario, pro-atlantista y pro-gringo, neoliberal y conscientemente opuesto a nuestro paradigma de construcción de poder nacional y justicia social. En lo que atañe a Vanguardia nunca ha participado del márquetin político del uribismo, recomendamos pues que se nos separe de movimientos como Tercera Fuerza o Defiende Colombia que si han adscrito a esas posiciones y que incluso no han amenazado tildándonos de guerrilleros y comunistas. Con respecto a la posición de las fuerzas militares colombianas, Vanguardia guarda el sentido de sana crítica cuando estos han estado implicados en crímenes de lesa humanidad, pero en aras de depurar la institución para que esta retome su misión constitucional, honorífica y popular, contra la sumisión presente que guardan con respecto a la oligarquía. El hecho que se nos mezcle con esos movimientos es una incoherencia y un acto de flagrante difamación.
No somos ni racistas ni hispanistas recalcitrantes: Vanguardia Nacional es antirracista, y lo ha repetido en numerosos post. Por el contrario, al ser un grupo colombianista es defensor de la diversidad racial y cultural del país que siempre nos hemos encargado de exaltar y defender. Con respecto al hispanismo rechazamos su vertiente recalcitrante, esto es, aquella que es acrítica con el sentido de la época virreinal y cree que somos una copia española, negando las virtudes americanas y afroamericanas que se involucran la construcción de Latinoamérica.
La hispanidad que aparece en nuestro discurso es aquella que tiene el valor civilizatorio que está presente en la configuración de las naciones hispanoamericanas y que por ende tiene un fundamento basal, pero no exclusivo en la identidad colombiana. Por lo que esta hispanidad guarda el sentido del espíritu de la comunicación universal entre las naciones de Latinoamérica, lo que consideramos condición de posibilidad para su integración y hermandad. Entonces Vanguardia Nacional es crisolista y etnopluralista, que además profiere un sentido de unidad en los filones civilizatorios que nos comunican. Además de ellos, somos bolivarianistas y por ende defensores de la independencia y del anticolonialismo, hispanidad es entonces sentido de heredad dentro de una herencia plural. Con respecto a la iconoclastia anti-monumental no hemos intervenido más que con un discurso crítico, más no con acciones de hecho ni agresiones físicas. Nos están confundiendo entonces.
Defendemos el paro nacional y la justicia social: Hemos defendido el paro nacional y le hemos legitimado como un acto de auténtica rebelión del pueblo colombiano contra la oligarquía apátrida. Hemos apoyado además con servicios médicos y jurídicos a los manifestantes involucrados en la primera línea, guardando el sentido de hermandad nacional y de humanidad que debe primar por encima de las diferencias ideológicas. Ciertamente nuestra posición ideológica nos guarece de acciones acríticas lo que nos permite discernir críticamente frente a estrategias y grupos que se nos presentan como anti-nacionales que buscan politizar la movilización en un sentido de sumisión y que los grandes sectores del paro además de nosotros han identificado. No hemos estigmatizado el paro, por el contrario, lo hemos apoyado y legitimado.
No existe una discriminación de género: respetamos las opciones sexuales individuales privadas y defendemos el crecimiento espiritual y moral de la mujer en Colombia frente a toda manifestación de violencia contra nuestro gran tesoro nacional, la mujer. La crítica que manifestamos con respecto a movimientos radicales de inspiración de género no tiene que ver con un ideario reaccionario o discriminativo sino a una posición de crítica política, por lo que discernimos sus elementos discursivos negativos y los afrontamos políticamente, respetando la humanidad que subyace a estos movimientos. Crítica de discurso no violencia inhumana y discriminatoria.
Rechazamos pues las difamaciones y la falta de información a la hora de realizar estas críticas, nosotros continuaremos defendiendo las ideas nacionales en Colombia por lo que la pluralidad de posiciones será una condición insoslayable de la democracia futura que nuestros detractores tendrán que asumir. No nos iremos y por el contrario les invitamos a unirse a un sentido patriótico de la lucha social anti oligárquica.
Tomamos esta medida con la esperanza de hacer cambiar una opinión infundada, sin embargo, de continuar este ataque sistemático tomaremos las respectivas medidas jurídicas con nuestro equipo de abogados.
Por una Colombia grande, libre y poderosa. ¡Qué viva la patria y que vivan los colombianos!