El caso de Álvaro Uribe Vélez ha sido el pan de cada día en esta semana, sobre todo porque de sus seguidores se llegó a escuchar que ante tal decisión el país estaría preso del "neochavismo", las "Far" y demás mentiras sin sustento fáctico que se requiere. Empezamos este breve análisis con la decisión por parte de la honorable Corte Suprema de Justicia de darle medida de aseguramiento al expresidente en su domicilio. Los disparates empezaron a llegar por todas partes, primero que la decisión era inadmisible porque él "había dado su vida en pro de la patria" y que esa decisión era realizada por "aspectos políticos", expresiones que solo caben en las mentes de esos fanáticos, ya que, en el caso del senador anteriormente mencionado, fue él, el que llevó a la sala penal de instrucción especial de la Corte Suprema de Justicia el caso, fue él el que confiaba en las instituciones, fue él, el que inició el proceso, y ahora como la decisión no es a su favor, salen a decir sus seguidores que fue por temas políticos, no señores, no hay política, hay actuaciones al margen de la ley y altamente detalladas por el magistrado ponente César Reyes y respaldadas con unanimidad por los otros cuatro magistrados que componen la sala penal de instrucción especial de la honorable Corte Suprema de Justicia.
Según la información subida por el periódico El Espectador, en una sentencia de 1554 páginas, el señor Uribe, es presuntamente el determinador en los sobornos que se pretendían destinar para cambiar las declaraciones juramentadas por los testigos en su contra, aquí no se evidencia ninguna carga política, es más, lo han equiparado con el caso Santrich, el cual no es en nada parecido, ya que Jesús Santrich fue liberado porque no había pruebas contundentes, en cambio en este caso lo que hay es pruebas. Ahora bien, también se escucha en las calles que "Reyes es el mismo que dejó en libertad a Santrich, ese juez es un izquierdista", otro revés, el magistrado Reyes no era parte de la honorable Corte Suprema de Justicia en aquel 2018. Estas declaraciones en nada aportan a la democracia, son un claro intento de saboteo a las decisiones judiciales, las cuales son un delito tipificado por el 454 del código penal. Otros han sido aún más descabellados y expresado que el país se convertiría en "otra Venezuela", aspecto en el que tras 8 días no ha pasado. Y que por eso se alzarían en armas si en un escenario futuro se ordena la captura del senador y su reclusión en un centro penitenciario. Esta actuación constituiría otro delito llamado rebelión, tipificado claramente en el artículo 467 del código penal colombiano.
Ahora bien, otros han sido menos bélicos, pero no menos reaccionarios como es el caso de la senadora Paloma Valencia, la cual ha expresado que propondrán "una nueva constitución en donde se unifiquen las cortes y se le den más años a los magistrados para así dan más garantías y seguridad jurídica", pero uno se cuestiona y pregunta: ¿por qué unificar las cortes?, ¿por qué el papá político está en una condición desfavorable? Es decir, ¿cada vez que lo esté, habrá que cambiar la Constitución? Pues sí, eso piensan los del Centro "Democrático", que las leyes son para ellos nada más, y que si les son favorables se quedan, y si no se tienen que ir, pues no. Nadie está por encima de la ley y esta reflexión es para cerrar filas a favor de nuestra constitución, respetarla y darle mayor relevancia, se le han dado todas las garantías, así como también ha gozado de todos los recursos establecidos por la ley, esa "persecución" solo es mental y trae consigo el profundo desapego a la justicia que tienen la mayoría de sus seguidores. Ni de centro, ni democráticos.
Finalmente, de tanto que uno escucha, también me preocupa la cantidad de adjetivos que le colocan a todo aquel que no piense como ellos y que acate las leyes y fallos judiciales. Desde los congresistas afines a este senador hasta los ciudadanos de clase económica menos favorecida. Que nos íbamos a volver "neochavistas", "comunistas", "socialistas", "castrochavistas", "maoistas", pero lo cierto es que los que están metidos en presunta financiación ilegal con dineros de Venezuela son ellos, aspecto que ha sido mencionado por la Fiscalía General de la Nación, así como también el que fue a China a dar tributos a los comunistas fue Iván Duque, presidente que llegó representando a ese partido político. Así que estos adjetivos utilizados para desvirtuar los fallos adversos a sus pretensiones y a las personas que no los seguimos son ampliamente enemigos de la democracia e incitan al odio entre los colombianos. Un llamado al respeto por la Constitución Política de 1991, las instituciones que ella creó, los jueces que fallan en independencia y sus decisiones. Hay que recordar que por más mediático que alguien sea, nadie está por encima de las leyes, nadie, y por tal situación el país no se caerá, al contrario, mejorará y dará ejemplo de que al margen de la ley nadie puede actuar; por ende, se mejorarán las actuaciones.