Hace ya algunos meses, estas fueron las palabras del expresidente Santos cuando el presidente Petro empezó a tratar el asunto de la regulación de las drogas en Colombia: «Yo digo que no es imposible legalizar la coca. ¿Qué Estados Unidos no nos va a dejar?, ¿y a cuenta de qué le vamos a tener que pedir permiso a Estados Unidos?». Estas fueron sus declaraciones en un conversatorio en Bogotá.
A mí me llamó la atención estas palabras y el debate que generó, teniendo en cuenta que soy estudiante de la maestría en Derecho Penal Internacional y Transnacional, y que mucha parte de las fuentes del Derecho Penal Internacional tiene que ver con los tratados que firman y ratifican los Estados, me puse en la tarea de revisar que tratados ha firmado y ratificado Colombia sobre la prohibición y lucha contra las drogas.
Esto quiere decir que de llegarse a dar o avanzar con semejante propuesta, mi inquietud ha sido todo el tiempo si el Presidente y el expresidente, antes de presentar esta propuesta, tuvieron en cuenta las implicaciones que esto representa para Colombia, en cuanto a todos los convenios, tratados y acuerdos que ha firmado y ratificado con otros países Colombia. Un tratado es un contrato, es un pacto, y su interrupción por algunas de sus partes tiene sus condiciones, obligaciones y sanciones.
No es un asunto de si Estados Unidos deje o no. En términos más simples, guardadas las proporciones, es lo que en la vida real pasa cuando alguien incumple un contrato, hay cláusulas penales. El ejemplo más cercano, que se me viene a la mente, es cuando Inglaterra decide decirle adiós a la Unión Europea, en un proceso político y económico que se llamó el Brexit. A partir de un referéndum el 23 de junio de 2016, en el que el 51.9 % el país apoyó la salida de la UE, y en las que estas negociaciones tomaron más de 3 años, se oficializó esta salida de la UE, el 31 de enero de 2020, con todas sus consecuencias y lo que ha representado para Inglaterra esta decisión. Una situación conocida por todos, implicaciones políticas, migratorias, sociales, económicas.
Realmente la propuesta del Presidente Gustavo Petro y las palabras posteriores del expresidente Santos, me parecieron de absoluto desconocimiento o improvisación en términos de política internacional, de tratados y de convenciones.
En una sana lógica se podía suponer o haber tenido en cuenta primero, todos los tratados que ha firmado y ratificado Colombia en la lucha contra la prohibición, consumo y producción de las drogas.
Colombia ha sido históricamente uno de los principales productores y exportadores de drogas ilícitas en el mundo, principalmente de cocaína. Esta situación ha llevado a que el país haya establecido una serie de tratados y acuerdos internacionales para combatir el tráfico de drogas y reducir su impacto en la sociedad.
Colombia ha estado involucrada en la lucha contra las drogas durante décadas, y ha establecido una serie de tratados y acuerdos internacionales para combatir la producción, el tráfico y el consumo de drogas ilícitas. Estos tratados se han convertido en una parte fundamental de la política de drogas de Colombia y han tenido un impacto significativo en la política internacional sobre este tema.
Uno de los tratados más importantes en la lucha contra las drogas es la Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes, que se firmó en 1961. Este tratado establece la regulación y el control de los estupefacientes y las sustancias psicotrópicas a nivel internacional. Colombia es uno de los signatarios de esta convención y se ha comprometido a cumplir con sus disposiciones y regulaciones.
Otro tratado importante es el Convenio de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas, firmado en 1988. Este tratado establece medidas para prevenir y combatir el tráfico ilícito de drogas, y Colombia también es signatario de este convenio.
A continuación, presento y amplio la información sobre los principales tratados que tiene Colombia en la lucha contra las drogas:
Convención Única de las Naciones Unidas sobre Estupefacientes de 1961: Este tratado establece medidas para la prevención del uso indebido de drogas, la reducción de la oferta de drogas ilícitas, la Cooperación Internacional en la lucha contra las drogas y la regulación del uso médico de narcóticos. Colombia es parte de esta convención y ha implementado una serie de políticas públicas para cumplir con sus disposiciones.
Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988: Este tratado se enfoca en la prevención y el control del tráfico ilícito de drogas, así como en la cooperación internacional para combatir este problema. Colombia también es parte de esta convención y ha establecido medidas para fortalecer la lucha contra el tráfico de drogas, incluyendo la cooperación con otros países.
Acuerdo Marco Andino de Lucha contra las Drogas de 1996: Este acuerdo fue firmado entre Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, y busca establecer una estrategia conjunta para combatir el tráfico de drogas en la región andina. Colombia ha trabajado en estrecha colaboración con los demás países para implementar acciones en materia de prevención, control y reducción del tráfico de drogas.
Plan Colombia de 2000: Este plan fue diseñado por el gobierno colombiano con el apoyo de los Estados Unidos y otros países para combatir el narcotráfico y la violencia relacionada en el país. El plan incluyó una serie de medidas de seguridad y políticas de desarrollo, así como programas de cooperación internacional. Aunque el plan ha sido criticado por algunos por su enfoque militarizado, logró reducir significativamente la producción de cocaína en el país.
Acuerdo de Paz de 2016: Este acuerdo fue firmado entre el gobierno colombiano y las FARC, el principal grupo armado en el país, para poner fin a décadas de conflicto armado. Uno de los puntos clave del acuerdo es el compromiso de la FARC de abandonar el narcotráfico y trabajar en programas de sustitución de cultivos de coca. Colombia ha trabajado para implementar este acuerdo y ha logrado reducir la producción de cocaína en el país.
Además de estos tratados y acuerdos, Colombia ha establecido medidas a nivel nacional para combatir la producción, el tráfico y el consumo de drogas ilícitas. Por ejemplo, en 2012, el gobierno colombiano lanzó una nueva política de drogas que se centraba en la reducción del consumo y la dependencia de drogas, así como en la prevención del delito relacionado con las drogas. También se han establecido medidas para reducir la oferta de drogas ilícitas, incluyendo la erradicación de cultivos de coca y la interdicción del tráfico de drogas.
A pesar de estos esfuerzos, Colombia todavía enfrenta desafíos significativos en la lucha contra las drogas. La producción de cocaína sigue siendo un problema importante en el país, y los grupos armados ilegales a menudo están involucrados en el tráfico de drogas. Además, el consumo de drogas sigue siendo un problema en Colombia, especialmente entre los jóvenes.
Colombia ha establecido una serie de tratados y acuerdos internacionales para combatir la producción, el tráfico y el consumo de drogas ilícitas. Estos tratados han sido fundamentales para la política de drogas de Colombia y han tenido un impacto significativo en la política internacional sobre este tema. Sin embargo, Colombia todavía enfrenta desafíos importantes en la lucha contra las drogas, y es necesario seguir trabajando para reducir la producción y el consumo de drogas ilícitas en el país.
En conclusión, Colombia ha establecido una serie de tratados y acuerdos internacionales para combatir el tráfico de drogas y reducir su impacto en la sociedad. Estos tratados se enfocan en la prevención del uso indebido de drogas, la reducción de la oferta de drogas ilícitas, la cooperación internacional en la lucha contra las drogas y la regulación del uso médico de narcóticos. Colombia ha implementado una serie de políticas públicas para cumplir con estas disposiciones, incluyendo medidas de seguridad, desarrollo y programas de sustitución de cultivos. Si bien aún queda mucho por hacer en la lucha contra las drogas, es importante tener en cuenta que los tratados internacionales que ha firmado y ratificado Colombia, no es solamente un asunto de los compromisos que ha adquirido, sino que desvincularse de estos tiene una severa implicación en la medida en que no son sólo vinculantes sino también acuerdo de Cooperación Internacional que también representan muchos ingresos económicos para el país. Además estando el país ad portas de una o no certificación sobre la lucha contra las drogas por parte de Estados Unidos.
De ahí que la respuesta al expresidente Santos es, quien puede impedir estás propuestas sobre la regulación de las drogas, son precisamente los Tratados y Convenios que ha firmado y ratificado Colombia a nivel internacional, no sólo un asunto de Estados Unidos sino de toda una comunidad de países con los que Colombia ha firmado y ratificado acuerdos. De llegarse a aprobar una propuesta de estás, serían unos trámites largos y engorrosos, que acarrearían posibles sanciones económicas al país por la interrupción y desvinculación de estos tratados. Este podría ser un buen tema de investigación para profundizar mucho más en esta propuesta, de la que no han vuelto a hablar.
Ni que decir de las implicaciones que una propuesta de estas de regularización pueda tener para la vida de los jóvenes y todas las personas, colombianos, ya de por sí afectados por la introducción y consumo de otras drogas sintéticas psicoactivas. ¿No es pues este el Gobierno de La Vida? No dijo en su momento Petro que «Seremos un gobierno de la Vida abierto al mundo».