A lo largo de mi vida, con guerra, sin guerra, con reformas o sin reformas siempre he visto con tristeza como los menores de edad, ya sean niños o niñas, son abusados sexualmente.
Que cada 13 minutos en Colombia sea agredida una mujer y cada 30 minutos es abusada una mujer en el país, no son cifras menores, son cifras preocupantes que deben llamar de una vez por todas a que en serio reflexionemos y por eso me pregunto, vale la pena tener hijos en Colombia? Vale la pena seguir trayendo hijos a un país al cual los menores de edad importan cinco.
Los colombianos somos dados a reacciones mediáticas, es decir, si un ciclista como Nairo Quintana gana una etapa en cualquiera de las carreras más importantes del mundo, el mismo día y los dos siguientes lo alabamos, destacamos y valoramos, pero si llega a tener un mal día, viene la trágica frase, colombiano tenía que ser; pero no estamos en su organismo.
Sí un equipo de fútbol y más la selección gana a un rival de peso, es campeona, James es el mejor y Falcao es Dios hecho futbolista, pero si es al contrario, nuestros jugadores son, prácticamente, una porquería. Ni que decir de la política, y todos hemos caído, recordemos los resultados del plebiscito del proceso de paz, quienes ganaron, en algunos casos señalaron a los que perdimos con el Sí de hasta subversivos y los del Sí llegamos a pensar y decir que los del No eran paramilitares, y luego nos dimos cuenta que quienes toman las decisiones en Colombia las seguirán tomando, por encima de lo que pueda pensar la mayoría (pueblo de a pie).
Lo extraño en el caso de la niña Yuliana Samboní, es que aunque hubo expresiones de rechazo, fue mediático, pues como escribió la periodista española radicada en nuestro país, Julia Alegre Barrientos, “la indignación en este país dura lo que dura un noticiero” en su columna Las 21 Yulianas diarias que Colombia no vio, publicada en el portal pacifista.co.
Y así son muchas indignaciones nuestras, pero se quedan en pequeños movimientos que terminan en si James es o no titular en el Real Madrid o si el equipo de fútbol de la predilección clasifica a la serie siguiente; así somos, así nos expresamos y nuestra sensibilidad se siente sólo en redes sociales, algo que es natural, pero que no llega a todo el país, es decir, a los habitantes de las zonas rurales que tal vez si tienen más que expresar porque han sufrido de muchos atropellos por tantos ciudadanos desadaptados como el que está en la Picota, Rafael Uribe Noguera, quien aunque no aceptó los cargos por la brutal muerte de la niña Samboní, todo apunta, según las autoridades que fue él quien cometió dicho acto, pero un juez de la república decidirá en este caso, que se convierte en emblemático y una vergüenza más para el país y un atenuante más para no tener hijos, o por lo menos para pensar bien en dicha decisión.
No significa que no se pueda traer un hijo al mundo en nuestro país, pero si me genera un desconcierto el saber que si no es la guerra que nos ha afectado por tantos años, son otras acciones que llevan a la desaparición de niños y niñas en Colombia.
Para reafirmar más este criterio, destacó las cifras del estudio Forensis 2015 del Instituto de Medicina Legal el cual revela que “de las 22.155 valoraciones por presunto delito sexual registrados durante el año 2015, el 85% de las víctimas fueron mujeres (18.876 casos, tasa por 100.000 habitantes de 77,35); por hombre víctima de presunto delito sexual se presentan seis mujeres víctimas”.
Y agrega este informe, “las cifras reflejan que las niñas entre los 10 y 14 años son las que presentan mayor riesgo de ser víctimas de algún tipo de delito sexual con 7.648 casos equivalentes al 40,52%”.
Así las cosas, vale la pena seguir teniendo hijos en un país que maltrata a los niños y niñas, es justo seguir creyendo en una nación que se preocupa por todo, menos por sus hijos. Cada vez creo más que cuando se dice que los niños son el futuro del país, se dice de labios para fuera porque de labios para adentro lo único que hay es mentiras e hipocresía.
Por todo lo anterior, valoro mucho más lo que mi madre (soltera) hizo por mí, se que ella hoy en día se siente tan impotente cómo deben estar los familiares de Yuliana. Ojalá algún día de verdad respetemos a los niños y niñas.
Conozco varias madres, amigas y familiares, y creo que ellas están tan aterradas como lo puedo estar yo. No tengo hijos y si me gustaría ser padre, pero en este país hay repensarlo.
@wbonilla468