Y no es que los colombianos no se preparen o no estudien, ni se preocupen por crear una hoja de vida fuerte, de hecho hasta se endeudan gravemente con diversas instituciones financieras, incluso con el siempre mal ponderado Icetex o con el peor recomendado Colfuturo.
Ver: Las falsas condonaciones de los créditos en Colfuturo y A beneficiados con becas de Colfuturo les duplicaron deudas por alza del dólar
Por si fuera poco los recién graduados se enfrentan a otra realidad: los 80 millones, en promedio, que costó un pregrado no se recuperarán fácilmente. Según algunas estimaciones se necesitan entre 6 meses y 1 año para conseguir el primer empleo en su profesión. Entonces descubren que el salario es de máximo $1.000.000 , si es que no les ofrecen un mínimo, trabajando más de 8 horas de lunes a sábado. Es obvio, les cobran la falta de experiencia. Además, se hace indispensable probar varios trabajos basura. De nada ha servido proponer salarios mínimos tanto profesionales como técnicos y tecnológicos.
A los empresarios colombianos, o los gerentes colombianos de empresas tanto nacionales como multinacionales, todo lo anterior les importa un bledo. No he conocido el primer empresario, gerente o administrador que se trasnoche pensando cómo generará más empleo. Incluso, resulta obvio que sin importar el área de negocio que manejen desean solamente 2 tipos de empleados:
- Profesionales toderos. Cuando digo toderos es que manejen incluso habilidades técnicas que no tengan nada que ver con su profesión y mucho menos con el perfil laboral que han creado con los años; es decir, un profesional haciendo el trabajo de dos profesionales de aéreas distintas. Eso sí, que sean menores de 40 años y que no cobren más allá de $1.200.00, así la empresa sea una multinacional que facture solo en Colombia el mismo PIB del país o de países mas pobres. A veces es deseable que acepten un salario mínimo y bonos de alimentación o transporte no prestacional que sumen máximo hasta el salario ya descrito
- Técnicos o tecnólogos menores de 40 años que cobren el mínimo o incluso menos, que sepan inglés y acepten emplearse y no quejarse de la falta de programas de salud ocupacional, así su profesión sea de alto riesgo. También, que acepten contratos por prestación de servicios con las retenciones y obligaciones que genera este tipo de contratos y además cumpliendo horario y ordenes; es decir, una mezcla de cosas en las que el empleado pierde dinero, salud y hasta la vida.
Lo anterior es muy evidente en las entrevistas, hasta el punto que pasan meses sin que las empresas encuentren a alguien que ocupe los cargos. Es entonces que los empresarios colombianos salen a los medios a culpar a las universidades, esas instituciones que son en su mayoría un negocio redondo. Sin embargo, hay un agravante, esas mismas universidades a menudo hacen parte de los portafolios de inversión de los dueños de las mismas empresas que rechazan a los candidatos a empleados, rechazan a las personas que ellos mismos ayudaron a formar cobrándoles un dineral en sus universidades de garaje que cada vez cuentan con más sedes y son más millonarias.
Tenga en cuenta que a las empresas actuales, en especial a las colombianas, les importa un pito su desarrollo personal y mucho menos que haga carrera en la compañía. Prácticamente ninguna empresa nacional desea empleados que se pongan en esas. Un empleado de más de 7 años en ella, así haya podido surgir desde abajo, debe prepararse a que lo echen a patadas. Las empresas prefieren incluso indemnizar a pagar por empleados pensionados y si esto no es suficiente, simplemente odian a los empleados estudiantes. Si por algún milagro un empleado estudiante logra terminar sus estudios o tomar sus clases como debe ser, se debe a un jefe directo buena gente, nunca por políticas de la compañía así en el papel digan lo contrario.
Por último y si lo anterior no es de por si indignante, la prensa colombiana siempre presta a escribir mentiras o al menos verdades a medias saca artículos con las siguientes perlas. Según la prensa en Colombia hacen falta:
En el agro:
Ver: A Colombia le hacen falta empresas de servicios agropecuarios
Lo curioso es que Fedegan no da muchas ofertas laborales a profesionales del campo. Además, los salarios ni la estabilidad laboral son buenas en esta organización y por si fuera poco las empresas que ellos proponen están condenadas a morirse de hambre. Los campesinos no podrían pagar esos procesos, sin contar con que los duros del mercado agropecuario colombiano no solo son duros en su área con laboratorios e infraestructuras propios, son también duros para pagar y casi siempre quieren todo regalado.
Ver: Cómo están los posgrados para los veterinarios y zootecnistas
Como verán son posgrados costosos y eso que este enlace es viejito. Por eso, el retorno de esta inversión es de muy largo plazo porque adicionalmente a los semestres, se necesita para el ejercicio profesional equipos e infraestructuras costosas. A eso súmele que a los propietarios de animales en Colombia no les gusta pagar por esos servicios, así sean de vida o muerte. Muchas veces maltratan a los veterinarios acusándolos de meterle la mano en el bolsillo, olvidando que les piden a sus animales los mismos exámenes que la EPS le pide a sus dueños porque pueden tener la misma zoonosis. No obstante, eso la gente no lo entiende. Además, hay animalistas que ejercen ilegalmente la profesión disfrazados de madres Teresa, pero que van detrás de los contratos con el gobierno con sus ONG. Eso si viven contratando y mal pagando a los profesionales y buscan eliminar la competencia hablando mal o atacando por redes a los verdaderos profesionales. En conclusión, gástese la plática en otra cosa, los veterinarios tienen la tasa las alta de suicidios de todas las profesiones.
Ver: ¿Por qué son los veterinarios los profesionales con la tasa de suicidios más alta?
La mayoría no ganan mucho, así sean independientes y por si fuera poco tienen una alta responsabilidad social.
Ver: El campo necesita más veterinarios y zootecnistas, según Acovez
Esto es más de lo mismo, hay demasiados profesionales en estas aéreas haciendo otra cosa porque los negocios agropecuarios no solo son de los más costosos, son también arriesgados y los precios son muy fluctuantes. Igualmente, con el elevado contrabando e importación se hace inviable dedicarse a eso. De nuevo juega el factor cultural, en el que ni los propietarios ni las organizaciones o agremiaciones campesinas les gusta invertir en un profesional agropecuario, y súmele el nulo interés gubernamental en rescatar el campo.
En la salud:
Ver: Al país le hacen falta médicos especialistas
A parte de la desastrosa ley 100, que padecemos pacientes y profesionales de la salud, tenemos en esta esquina a los profesionales médicos. Usted ya pasó 7 años para salir como médico general, tal vez unos más para ahorrar o pagar deudas, ahora sin culebras ni obligaciones fuertes quiere una especialidad porque su salario de poco más de $3.000.000, con pacientes emberracados cada 15 minutos, no le sirve, y eso que es en teoría una de las más rentables profesiones.
Imagínese que una especialidad médica por semestre fácilmente pasa de los $10.000.000 y dura al menos 3 años, si supera los procesos de admisión universitarios y el cupo no está ya apartado por la esposa, el hijo, amiguita o familiar del duro o dura del posgrado. Usted ya entró, dependiendo de lo que haya escogido a menudo encontrará que no puede trabajar mientras esté haciendo su especialidad pues se requiere que si usted quiere salir bien preparado vea todos los casos posibles relacionados a tiempo completos. Si esto ya le parece difícil, tenga en cuenta que donde usted está estudiando prácticamente esta laborando gratis como médico, mientras está aprendiendo sobre la especialidad. Colombia está en mora de reglamentar esta especie de trabajo esclavo, pues es de los pocos países donde sucede tamaña injusticia. Tener al menos $60.000.000 libres para gastar en 3 años sin ganar ni un peso no es para todo el mundo.
En las ingenierías:
Ver: ¿Por qué los ingenieros se están extinguiendo en el país? y Se están acabando los ingenieros en Colombia
No comprendo con qué cara se atreven a decir que hay falta ingenieros, especialmente en las TIC. ¿No han visto esas porquerías de ofertas laborales? Pedir que un ingeniero de sistemas sea además programador y con experiencia en diseño y en área comercial por $ 1.600.000 es simplemente un despropósito. Muchos dirán que mejor estudie virtual y haga cursos en reconocidas seudo universidades TIC reconocidas; sin embargo, el problema es que la mayoría de los que hagan estos cursos no podrán salir del país por razones económicas y si se quedan se enfrentarán a una cruel realidad: que las empresas, en su mayoría, no suelen contratar “empíricos” para estas tareas. Las empresas suelen sufrir de doctoritis, es decir, quieren ingenieros de sistemas, que le instalen las redes, programen, vendan y estén dsiponibles las 24 horas si se jode el servidor; así que si usted sabe mucho de programar y no es ingeniero o no lo contratarán o le pagarán una miseria peor que al ingeniero. De nuevo en Colombia los jóvenes, adultos, ancianos pierden con cara y pierden con sello.
Ser estudiante en Colombia es una actividad de alto riesgo... de alto riesgo de deserción por falta de recursos económicos, por ser una inversión de difícil recuperación, porque no basta con cumplir el sueño de estudiar si ese sueño no permite dormir por las deudas adquiridas o porque no se puede comprar comida o pagar las cuentas. El desafío de todos es crear más empresas disruptivas, ya es obvio que estamos en otra era. Enseñemos a nuestros hijos a no seguir un modelo que ya no es viable en la actualidad. Vale la pena estudiar, pero creo que estamos en mora de hacer el enfoque de otra manera.