Desde hace varios meses cuando empezaron las obras de remodelación, los usuarios han estado expuestos a peligros y riesgos innecesarios en uno de los centros comerciales más visitados del sur de la capital vallecaucana.
En Colombia hemos visto reducidos los espacios públicos para la recreación y el goce cotidiano, por lo que los centros comerciales tienen gran importancia. Son el sitio de reunión y el punto de encuentro que deben atender el bienestar de sus visitantes. Es suficiente con ver las cifras de crecimiento para entender su importancia, evidenciada en nuevas construcciones y remodelaciones para ofrecer espacios que reúnan todos los servicios y la oferta en un solo lugar.
Tal es el caso de varios centros comerciales donde se ha emprendido ambiciosos planes de crecimiento y que les han permitido ubicarse en los primeros lugares de los rankings. Sin embargo, no es normal ni amable que el usuario deba soportar condiciones de inseguridad que pongan en riesgo su salud y su vida. [Galería de fotos en http://pho.to/8k8hd]
Al entrar, los visitantes se topan con huecos en el piso como consecuencia de obras inconclusas sin siquiera una señal de aviso. Asimismo encuentran rejillas de desagüe que se han quebrado y se hunden al paso de quienes caminan; contando también las rejillas redondas de la plazoleta de comidas que dejan un hueco de más de 10 centímetros de diámetro donde fácilmente cabría un pie. El peligro al caminar no acaba ahí, hay estructuras alrededor de algunos árboles que representan un riesgo para los niños, quienes podrían ver sus piernas atrapadas en éstas; hasta se encuentran espacios sin barandas al final de un lobby intermedio donde podría producirse una caída de casi dos metros.
Los acompañantes de los menores deberán estar siempre atentos, evitando una tragedia, en todo caso que hay cilindros que contienen gas propano u oxígeno al aire libre sin ningún tipo de demarcación de peligro o alguna barrera que impida su manipulación, algunos amarrados con cuerdas de nylon y otras sin amarrar. Se encuentran materiales pesados y estructuras de acero que podrían herir a una persona o afectar algún automóvil que circule en los parqueaderos sin ningún tipo de señalización. Incluso encontramos maquinaria que ha sido guardada con los brazos extendidos, forzando a quienes hacen uso del parqueadero a pasar por debajo de éstas.
Se puede anotar el riesgo que revisten las conexiones eléctricas hechas sin enchufes, donde los cables cortados entran directamente a los conectores eléctricos de 110 voltios; el mismo caso que se presenta en las instalaciones hechas para las extensiones de navidad, donde los cables protegidos débilmente por una cinta son unidos a los extremos metálicos de otra extensión, puestos en una matera. O los cables y lámparas colgando del techo, sujetados con delgados alambres.
De manera más grave, se encuentran operarios haciendo trabajo de soldadura eléctrica en mitad del pasillo y en horario de atención al público, pese a ser un proceso nocivo si no se cuenta con el equipo de protección, éste se hace exponiendo a quienes trabajan o caminan cerca al área en reparación; deben percibir la dañina luz emitida, soportar las chispas o las esquirlas de metal que saltan cuando llega el momento de usar la pulidora eléctrica.
Por último, un problema acrecentado es el de los gatos que comen las sobras que dejan los clientes en las bandejas encima de las mesas. Muchas veces llegan siete u ocho gatos a una misma mesa para terminar lo que quienes compraron no han querido comer, algo que lleva a pensar si hay riesgo de contraer enfermedades. No es dañino ayudar a los animales y proveer refugio y alimentación, pero hay precauciones que deben tenerse en cuenta.
Sabiendo que se trabaja en un lugar con numerosos clientes, debe haber condiciones mínimas de seguridad y salubridad, máxime cuando al reclamarle a algunos funcionarios por la falta de organización, responden de forma grosera y en tono desafiante.
* Esta nota para poner en conocimiento los riesgos al interior de la ciudadela comercial, los que en repetidas ocasiones han sido comunicados por algunas personas sin que se acaten las quejas referidas. Estamos completamente de acuerdo con las obras que se llevan a cabo y celebramos el progreso que revisten, sin embargo, consideramos que no deben ir en contravía de la seguridad y el bienestar de los visitantes. Sólo referenciamos aquellas de las que nos han llegado fotografías.
