Las corridas de toros en Bogotá son absurdas por diferentes razones. Primero, se está violando la ley 1774 del 2016 donde se prohíbe cualquier acto dañino o de crueldad contra los animales. Segundo, se está utilizando la fuerza pública para cerrar espacios de movilidad en la ciudad donde se vela por el bienestar de unos pocos asistentes a la plaza. Tercero, el ESMAD está listo para atacar a cualquier ciudadano que esté protestando por medio de bolillos, balas de goma y gases lacrimógenos hasta el punto de herir de gravedad a jóvenes y adultos sin ningún reparo o respuesta por los daños causados a la integridad en un ataque obviamente desigual. Y cuarto, una entrada a una corrida de toros en la Santa María puede valer 220.000 pesos ¿cuántos bogotanos pueden pagar esa cantidad de dinero en un día por mera entretención? A sabiendas que a unas cuantas cuadras existen barrios y zonas con grandes problemas de pobreza, inseguridad y segregación.
Así es como las corridas de toros en Bogotá son un absurdo y no representan los intereses de gran parte de la ciudadanía. Por ello los manifestantes y antitaurinos se han expresado de forma tan violenta, pues la muerte del toro además de ser reprobable, también implica una serie de dinámicas que abaladas por la alcaldía y la fuerza pública lo único que hacen es reducir la acción ciudadana, que cansada de tantos atropellos, falta de oportunidades y el deterioro de la ciudad no se explica cómo pueden existir espectáculos como las corridas de toros.
Además, la puesta en escena de las corridas representa un problema que lleva mucho tiempo aquejando a la ciudadanía. Un hombre armado que asesina cruelmente a un animal mientras los asistentes lo aplauden. Admiran la barbarie tanto dentro con los animales y fuera con la fuerza pública que, con la excusa de “hacer su trabajo”, ha violentado a los manifestantes. La relación violenta y desigual de un hombre armado que alega defender el orden y la cultura se da dentro y fuera de la plaza de toros.
Por cierto, este domingo también hay corrida con los mismos policías, ESMAD, asistentes y manifestantes; lo único que va a cambiar son los toros, ya que los anteriores fueron asesinados.