Francia Márquez, la lider nacida en La Toma, Cauca y quien fue reconocida por el Premio Goldman ( Premio nobel medioambiental) por su lucha desde los 15 años contra la minería extractiva en su territorio que ha contaminado los ríos. En el 2014 encabezó una marcha de 350 kilómetros desde Suarez hasta Bogotá de 200 mujeres para exigirle a la Corte Constitucional frenar la explotación minera en su territorio. La interlocutora del gobierno nacional fue la entonces viceministra del interior en nombre de Juan Fernando Cristo. Por tratarse de una mujer afro en un importante cargo en Bogotá, las mujeres caucanas esperaban comprensión y solidaridad con su lucha. Sin embargo la respuesta de la viceministra no fue solo drástica a la hora de firmar unos acuerdos que según la líder Francia Marquez no han cumplido sino en el trato humano. No les facilitaron frazadas para cubrirse del frio, un gesto que Marquez tiene grabado en el alma y se lo recuerda en este mensaje que publicó en su Facebook.
Es que desde los 15 años Francia Márquez se ha convertido en una piedra en el zapato de los mineros ilegales que amenazan la belleza y la estabilidad del paraíso donde nació. A esa edad organizó a los líderes de su pueblo para evitar la desviación del río Ovejas. El proyecto, que devastaría el ecosistema de La Toma, se canceló. La victoria le trajo problemas. Llegaron las amenazas, los amedrentamientos, el acoso y el señalamiento.
Francia Márquez no sólo se ha enfrentado a los grupos ilegales sino también al estado. En el 2009, por su firme posición contra la explotación inmisericorde a los recursos que asegura ella caracterizaron los ocho años de Álvaro Uribe, su pueblo fue catalogado por éste gobierno como “Comunidad perturbadora de mala fe”, como se lo contó a la BBC. De un plumazo los 2.000 habitantes de La Toma pasaron a ser poseedores de territorio ancestral a criminales. Indignada, Francia Márquez lideró una protesta que avaló la Corte Constitucional. Sin embargo, no pararon las retroexcavadoras, tampoco las amenazas sobre Francia que, sin amilanarse, organizó una marcha de 350 kilómetros hasta Bogotá, acompañada por 200 mujeres que duró 10 días. Francia Márquez y su determinación la convirtieron en objetivo militar de la Bandas Criminales. Desde 2016 vive en el occidente de Cali rodeada por guardaespaldas y con el miedo constante de que un rayo fulminante la borre para siempre.