Por principios soy opositor de Uribe y de todo lo que él representa, pero debo reconocer que es tan hábil mediáticamente que hasta se ha apropiado con éxito del lenguaje y conceptos construidos en luchas históricas de la izquierda. Les demostraré cómo. Por ejemplo, la cacareada “Paz sin impunidad” no era un lema para la derecha uribista, era sobre todo un lema para la izquierda. Basta con revisar las cifras de la ley de justicia y paz que desmovilizó más de diez mil paramilitares que cometieron los crímenes más horrorosos. ¿Saben cuántas sentencias efectivas van? 35. Yo me pregunto, ¿si eso no es impunidad entonces qué es? Y no hablemos de la Ley de Restitución de Tierras con solo el 5% de los procesos concluidos con éxito luego de 6 millones de hectáreas de tierra arrebatada a campesinos hoy en la pobreza.
Pero en la “paz sin impunidad” de Uribe no habla de su propia impunidad, de sus más de 170 investigaciones y ni una sola condena, de la masacre del Aro, ni de ser el asociado número 82 en la lista de la Defense Intelligence Agency del Gobierno Norteamericano, quien lo sindicó de colaborar con el Cartel de Medellín. La realidad es otra. Quien debe exigir “Paz sin impunidad” es la izquierda, pero no, es Uribe quien lo hace y lo peor es que le creen. Ahora hablemos de “Persecución política” otra de las expresiones ya habituales de Uribe y el Centro Democrático. El que buena parte de sus colaboradores hayan huido a Miami donde cómodamente esperan la evolución de sus procesos y apelaciones, que a eso se le llame “Persecución política”, es un poco exagerado. Le voy a explicar al senador Uribe qué es persecución política: En los años 80 entre paramilitares, ejército y DAS le asesinaron a la Unión Patriótica 2 candidatos presidenciales, 8 congresistas, 13 diputados, 70 concejales, 11 alcaldes y alrededor de 5.000 de sus militantes. Eso, senador Uribe, eso sí es persecución política, y sin mencionar los 117 lideres asesinados de la Marcha Patriótica en sus 4 años. Para terminar, ahora el senador Uribe habla de hacer “Resistencia civil” para oponerse a la paz. Este es el único país del mundo donde un sector de la población se opone a que termine una guerra, por absurdo que suene, es así y Uribe le llama a eso “Resistencia civil”. Lo normal es que se haga resistencia civil justamente contra la injusticia, contra los autoritarismos incluso contra la misma guerra, pero ¿hacer “resistencia civil” contra la paz?
Me vienen ahora las imágenes de Rosa Louise McCauley la mujer negra que no le cedió el puesto a un hombre blanco en Alabama en 1955 iniciando así la lucha por los derechos civiles de Martin Luther King. Recuerdo también las imágenes de centenares de hindúes quienes inspirados en Gandhi caminaban con dignidad y sin responder hacia los garrotes de los soldados ingleses. Recuerdo la desobediencia civil de Gandhi boicoteando masivamente los productos ingleses y desesperando a Churchill. Pienso en Mandela quien fue llamado “terrorista” hasta los años 90 resistiendo el apartheid y a 28 años siendo preso de conciencia. Y cuando pienso en todo esto y por ningún lado me cuadra ver al Centro Democrático haciendo “resistencia civil” en contra del fin de una guerra. Francamente es un descarado plagio del termino y de la tradición no violenta por parte del Gobernante que recrudeció la violencia, las masacres paramilitares, el gobierno de los falsos positivos, las chuzadas, la propaganda negra, Job, la yidispolítica y la parapolítica. Que Uribe hable de “resistencia civil” contra la paz, no sólo es una falacia del tamaño de una catedral sino quizá el mayor acto de cinismo que he visto.
La realidad es que en Colombia quienes han hecho resistencia civil es justamente la izquierda, nuestra historia es la historia de la resistencia, de los paros, de las movilizaciones. Fue un paro agrario impulsado principalmente por nosotros el que evidenció el nivel de abandono en que vive el campo colombiano; somos nosotros quienes nos tomamos la calles y las carreteras para ver si así por lo menos no oyen, y ni así. Son las Guardias Indígenas la que hacen resistencia defendiendo el medio ambiente y el territorio ; son los campesinos quienes hacen resistencia a las grandes mineras, las hidroeléctricas, a los monocultivos y al desplazamiento forzado.
Por ejemplo, los campesinos y campesinas del Valle del río Cimitarra agrupados en la ACVC resistieron de manera creativa y no violenta a los largos de periodos de confinamiento paramilitar; fueron campesinos del Catatumbo quienes resistieron y se mantuvieron en sus tierras a pesar de las horrendas masacres paramilitares. Eso, señor Uribe, se llama resistencia civil. Fue la comunidad de San José de Apartadó la que hizo resistencia civil al desplazamiento forzado aún cuando los paramilitares les asesinaron 8 personas entre ellos 3 niños en febrero de 2005. A todas estas, ¿no fue precisamente Álvaro Uribe y Francisco Santos quienes sobre esta masacre dijeron que: “seguramente los mataron porque andaban en algo malo”? ¿No fue el mismo Uribe quien sobre los horrendos falsos positivos dijo que “esos muchachos no estarían cogiendo café?” y ¿ahora habla de resistencia civil? Senador Uribe y el Centro Democrático: ustedes no tienen ni idea lo que significa ser perseguidos políticos, no saben lo que significa hacer resistencia civil y, por el contrario, sí saben muy bien qué significa la impunidad.
@AndresEliasGil