Después de todo el escándalo que se ha vivido en Medellín a raíz del programa Buen Comienzo, empieza a descubrirse cuáles son los sectores políticos que están detrás de los intereses de este programa. Al parecer, el fortín económico y político que representa Buen Comienzo es bastante grande, ya que ha puesto a dos sectores políticos muy grandes a defender a la Fundación Carla Cristina, la cual es la que está siendo acusada.
Para contextualizar, en los últimos días, Daniel Quintero Calle, alcalde de Medellín, realizó una denuncia pública y ante la Fiscalía en donde se acusa a la Fundación Carla Cristina de falsificar documentos para poder acceder al programa Buen Comienzo en los últimos años. Después de esta denuncia, la fundación lanzó un comunicado de prensa en el cual aceptó que si existieron irregularidades en los documentos que ellos presentaron. A partir de ese momento, los sectores del uribismo y el fajardismo salieron a la defensa de la Fundación Carla Cristina, asegurando que es una organización intachable con largos años de experiencia y recorrido.
Realizando una investigación, encontramos que dentro de la junta directiva de la Fundación Carla Cristina se encuentran Ricardo Andrés Sierra, quien trabaja actualmente en Celsia y laboró durante 10 años, hasta el 2015, en el Grupo Argos; Darío Solórzano Marín, presidente de Intergrupo, empresa que trabajó de la mano con la administración de Federico Gutiérrez en Medellín; y Germán Jaramillo Olano, quien es miembro de la junta directiva de la Cámara de Comercio de Medellín. Pues bien, ¿qué tienen en común todos estos personajes? Que hacen parte de organizaciones que pertenecen o trabajan con el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA), el mismo grupo que financió las campañas de Sergio Fajardo y de Álvaro Uribe Vélez.
Acá se empieza a desenredar el asunto. Estos grupos políticos han enviado a sus dirigentes locales a defender a la fundación Carla Cristina. Han salido a la defensa personas como los concejales del Centro Democrático, Simón Molina, Alfredo Ramos y Nataly Vélez; el concejal verde de Fajardo, Daniel Duque; el primo de Sergio Fajardo, Juan David Valderrama; La veeduría ciudadana, Todos por Medellín, la cual está coordinada por un sector amplio del fajardismo; Federico Gutierrez, quien espera ganarse el aval del Centro Democrático para las elecciones del 2022; y la revocatoria en contra del alcalde Quintero.
Es evidente que el Quintero Calle tocó fibras muy delicadas para este sector político del uribismo, el cual hizo que se alinearan filas para defender una fundación que acepta que cometió fraude en los documentos, y al mismo tiempo está en el ojo del huracán porque alías Fritanga, del grupo paramilitar los Urabeños, los menciona a ellos como fundación en su invitación a la fiesta de boda, pidiéndole a todos los invitados que realicen una donación a Carla Cristina.
Aquí queda en evidencia dos cosas. Primero, que el uribismo y el fajardismo están jugando en la misma cancha y con las mismas directrices. Segundo, que el programa Buen Comienzo era una mina de oro político y económico para ellos, lo cual les quitaron y los tiene en vilo en este momento.