El primer campanazo judicial por el tema de los falsos testigos lo recibió de la Corte Suprema de Justicia en su finca de Rionegro ubicada en el oriente antioqueño, muy recién elegido senador. Desde entonces tenía claro que confiaba en la Fiscalía como instancia judicial. Decidió entonces renunciar a su curul y lo anunció junto al abogado Jaime Granados frente los medios de comunicación presentes en la caballeriza de la casa-finca. Inició un camino largo y tortuoso para defenderse después de que acusaron a Diego Cadena, otro de sus abogados, de visitar al testigo Juan Guillermo Monsalve, miembro del Bloque Metro de las Autodefensas Unidas de Colombia, para pedir su retractación, presuntamente presionado.
Desde siempre, y más en tiempos de pandemia, siempre ha estado con su familia, la infaltable Lina y sus hijos Tomás y Jerónimo. Y como esa vez, igual que cuando recibió al padre Francisco De Roux en representación de la Comisión de la Verdad, tampoco faltaron los hijos ni su esposa y Tomás no dudó incluso en intervenir en algún momento.
Pero esta vez, cuando después de una audiencia virtual de doce horas, la jueza Carmen Helena Ortíz anunció la decisión de no aceptar la preclusión solicitada por el fiscal Gabriel Jaimes sino llamar a juicio al expresidente que se encontraba solo con su esposa Lina, Moreno, un pilar sólido que ha estado siempre al lado suyo. Sin embargo, en esta ocasión el escenario fue distinto.
El año pasado, Tomás y Jerónimo armaron maletas, los hijos del expresidente, para tomar definitivamente el rumbo de los negocios en las grandes ligas internacionales. Tomás, el primogénito, a quien muchos creyeron estaba tentado por la política, cerró ese capítulo para optar definitivamente por el mundo empresarial. Se trasladó a Brasil a liderar la operación de la star-up La Haus, la plataforma inmobiliaria de compra y venta de vivienda que fundó al lado de Rodrigo Sánchez Ríos y Santiago García que está volando. Allí cuenta con el apoyo de uno de los inversionistas David Vélez, quien vive en Brasilia.
Jaime Gilinski y Maluma se dejaron tentar por el negocio de Tomás y Jerónimo Uribe
Con anterioridad había viajado su hermano Jerónimo. Su destino fue Ciudad de México donde el mercado centroamericano resultaba promisorio para la expansión de La Haus que está valorada en más de 100 millones de dólares luego de tres rondas de inversión, logrando una última inversión de USD35 millones en medio de la pandemia. El emprendimiento ha sido un éxito a nivel nacional y ha atraído inversión extranjera con socios de peso como Jeff Bezos –el segundo hombre más rico del mundo, David Vélez –Nubank-, Simón Borrero -Rappi- y Jaime Gilinski -GNB Sudameris-.
Tomás y Jerónimo se decidieron por el mundo empresarial, tras el éxito de su start- up La Hauss
Los almuerzos familiares en Rionegro o el Uberrimo, en compañía de sus cuatro nietos aprendiendo a montar sus yeguas mansas: Sor Menudita y Nueva Ilusión y sus nueras Isabel Sofía Cabrales - esposa de Tomás - y Shadia Farah - esposa de Jerónimo - quedaron en pausa. Uribe emprende esta definitiva batalla legal y una complicada campaña electoral en el que su contendor de toda una vida, Gustavo Petro en representación de la izquierda es el favorito para ganar la Presidencia de Colombia, con un temple que ha mostrado ser el de un guerrero que no se le amilana a nada.
