El pasado martes, en horas de la noche, el senador Uribe Vélez casi termina a los golpes con otro de los personajes que tienen como lugar de trabajo el Capitolio Nacional. Parece que al jefe del Centro Democrático es la representación más digna del pueblo colombiano. De ese pueblo ignorante, grosero, lleno de odio y mediocre que está entre las aguas del Pacífico y el Atlántico.
El expresidente colombiano dio un tutorial de cómo se arreglan las cosas en Colombia: con violencia. Es que Colombia es eso. Colombia es un país donde la violencia está en la genética de sus habitantes. Por eso en una ciudad como Bogotá se presentan un promedio de 250 riñas callejeras cada viernes o sábado. Y como para que haya una confrontación cuerpo a cuerpo se necesitan dos elementos, entonces, el total de trogloditas en promedio que deciden atacar a otro, (solamente en la calle) cada día del fin de semana en la capital del país, es de: 500. Sí, 500 hombres y mujeres ven como solución ante cualquier mínima diferencia terminar golpeando el cuerpo de otro humano, en lugar de crear acuerdos a través del diálogo.
Uribe con su vulgaridad representa a gran parte de los colombianos. Esos mismos descendientes de españoles, indígenas o negros que le dicen a sus hijos: "no se deje", cuando el menor tiene algún inconveniente con otro niño que le enseñaron a ser más violento que a él. Me imagino a don Alberto Uribe Sierra, con un aguardiente en la mano y su acento montañero, diciéndole al pequeño Álvaro: "si alguien dice que vos estás en contra del proceso de paz, me hacés el favor y no te dejás ¿Entendido, mijo?". A lo que el exgobernador antioqueño tenía que responder con un: "Sí, pa". De hecho el discurso hipotético de Uribe, padre, marcó tanto a su hijo que él, muchos años después, creó las Convivir.
Viendo las cosas de esa forma, indudablemente, me estoy respondiendo una pregunta que me vengo formulando hace años: ¿Por qué un colombiano promedio vota por Uribe? Ahora puedo decir que vota por él porque es un espejo de lo que son. Vota por un tipo que por teléfono le dice a Luis Fernando Herrera, uno de sus allegados, que "si lo veo le voy a dar en la cara, marica". Algo que deben decir millones de colombianos, porque eso nos enseñaron en ese país desangrado: a amenazar. Por eso Uribe es el hombre récord en cuanto a cifras de votantes. Por eso Uribe es "el gran colombiano".
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