A un día de terminarse la cumbre del relanzamiento de la "Tercera Vía’’ realizada en Cartagena e impulsada por el Presidente Santos, el senador electo Álvaro Uribe, le envió esta carta a los expresidentes, Fernando Cardozo de Brasil; Ricardo Lagos de Chile; Bill Clinton de EE.UU; Felipe González de España y al exprimer ministro Británico Anthony Blair, en la que les expresa sus reparos frente al proceso de paz que adelanta el gobierno del presidente Santos, al que estos exmandatarios le han brindado su apoyo en su visita a Colombia con ocasión de la invitación del presidente Santos
Bogotá, 2 de julio de 2014
Respetados,
Fernando Cardoso
Expresidente de Brasil
Ricardo Lagos
Expresidente de Chile
William J. Clinton
Expresidente de EE.UU.
Felipe González
Expresidente del Gobierno de España
Anthony Blair
Exprimer Ministro del Reino Unido
Agradecemos su noble acto de solidaridad con nuestra Nación, al expresar interés porque Colombia, un país largamente atormentado por el terrorismo, alcance la paz. Nosotros desde el Centro Democrático, al igual que todos los colombianos, también anhelamos la paz, pero no una paz a cualquier precio ni en medio del asesinato de los colombianos.
Hoy la realidad de Colombia es otra. Durante las negociaciones entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y las Farc, las acciones criminales de ese grupo terrorista se han incrementado en contra de los colombianos y del futuro de las nuevas generaciones, como lo demuestran las cifras de asesinatos, secuestros y ataques contra la infraestructura del país.
Según el Centro de Seguridad y Democracia de la Universidad Sergio Arboleda, entre 2010 y 2013, los retenes ilegales se incrementaron en 69%, los atentados contra infraestructura en 283% y el secuestro en un 7%. En ese mismo período, los delitos de seguridad urbana también aumentaron: lesiones personales en 46%, hurto a personas 46%, hurto a comercio 69%, y hurto a entidades financieras 26%. La extorsión creció 258%.
La reglamentación que enmarca la negociación con la organización terrorista Farc deja abiertos y facilita los espacios para la impunidad. La paz sin mínimos de justicia es efímera y dañina, lesiona los derechos de las víctimas y atenta contra la propia legitimidad del Estado. Las nuevas normas dan elegibilidad no solamente al rebelde sino también al narcotraficante, secuestrador e incluso a quien haya incurrido en graves violaciones al Derecho Internacional Humanitario. Aquello compromete la paz de nuestro país en el largo plazo. Los otros grupos al margen de la ley que existen en Colombia y el pueblo en general, reciben el mensaje de que la violencia es una vía alterna para acceder al poder político. Si la violencia y el terrorismo se legitiman, se perpetuarán en nuestro país, dejando nuestra democracia con una profunda herida.
¿Qué justificación hay para mantener una negociación en términos tan favorables para los criminales, cuando esos negociadores presionan más concesiones a través de una escalada violenta que deja civiles, militares y policías asesinados y secuestrados, y somete a los ciudadanos al terror de sus ataques?
Se trata de una negociación totalmente contraria a la histórica lealtad del pueblo colombiano a la libertad y la democracia. Es un proceso que con el pretexto de acercarnos a la paz, debilita la democracia que queda a merced del narco-terrorismo, y aleja, así, la posibilidad de una convivencia pacífica.
Reiteramos que el Centro Democrático respalda una paz sin impunidad, sin reclutamiento y sin asesinato de niños; sin elegibilidad política de aquellos incursos en delitos atroces; sin extorsión; sin secuestro y sin asesinato de civiles, y sin asesinato de policías y soldados. Una paz con cumplimiento del terrorismo de suspender las actividades criminales.
Con admiración y aprecio
Álvaro Uribe Vélez
Expresidente de Colombia
Senador electo por el Centro Democrático