La frase célebre“la ignorancia y el oscurantismo en todos los tiempos han producido rebaños de esclavos para las tiranías” de legendario revolucionario mexicano Emiliano Zapata. Le cae como anillo al dedo gran parte de la militancia del Centro Democrático, que carcomida por las secuelas del odio de la guerra, cabalga al ritmo de las artimañas de las poderosa maquinaria de manipulación mediática de ex presidente Álvaro Uribe.
Es asombroso la capacidad de manipulación que ha estructurado Uribe, en su afán por volver al poder, antes de la votación del plebiscito su consigna fue que el Congreso de la República era el escenario natural para la refrendación del acuerdo de paz y no el plebiscito.
Fueron cascadas de críticas que esgrimió en contra del gobierno, entre tantas, la inversión en el plebiscito, que consideró exagerada en un país con tan graves problemas económicos como Colombia. En aquella coyuntura Uribe, dijo que “el gobierno tenía afán de aprobar el plebiscito para gastar más, contraer más deuda, arriesgar la regla fiscal y la estabilidad de la economía”. Lo acusó de hacer un plebiscito “apoyado en los fusiles del terrorismo y la intimidación a los servidores públicos y a los civiles”.
Expuso que tenía argumentos sólidos para demostrar que el Acto Legislativo, mediante el cual fue aprobado violó la Constitución. De hecho, lo calificó de ilegítimo. Su argumento lo sustento que “no veía razón para que la Corte declarara inconstitucional la trampa, porque el gobierno sabe ajustar sus trampas a la ley (...). De manera que la mayoría de los líderes del CD afirmaron en aquel momento que “así la Corte lo haya declarado constitucional es ilegítimo”. En consecuencia, todos estuvieron de acuerdo que el plebiscito era ilegítimo y algunos lo demandaron.
Calificaron al gobierno de tramposo, armaron una aceitada y poderosa estrategia de comunicación para engañar a los electores y deslegitimar los comicios con la difusión de los rumores que se cocinaba un monstruoso fraude electoral sin antecedentes en la historia del país. Hasta el punto que faltando cuatro días para las elecciones, el excandidato presidencial, Óscar Iván Zuluaga, denunció que no había confiabilidad el sistema de la Registraduría para afrontar las votaciones”.
Ganaron el plebiscito y cambiaron de postura. Lo que antes del plebiscito fue dañino para la democracia y ahora son los mecanismos más idóneos para consolidar la democracia y la participación popular. Ahora que el gobierno llevo el texto del nuevo acuerdo al Congreso de la República para su refrendación, abogan por la celebración de un nuevo plebiscito y no les parece, ni costoso, ni derrochador. El desparpajo de su cinismo es tan grotesco que actualmente el Congreso de la República no es el escenario idóneo para la refrendación del nuevo acuerdo. De allí que han enfilado baterías en su contra con una campaña para deslegitimarlo con la populista propuesta despalomada de su “revocatoria”. Pero cuando Mancuso dijo que los paramilitares tenían el control del 35%, Uribe y sus aliados, guardaron silencio y el mismo Uribe pidió que votaron los proyectos de ley del gobierno mientras no estuvieran condenados.
La estrategia del CD es buscar mecanismos populistas y engañosos para dilatar y empantanar la implementación del nuevo acuerdo de paz. Sus maniobras son tan evidente que han propuesto la recolección de firmas para proponer la realización de un plebiscito, mecanismo que para ser aprobado tiene que contar con las mayorías en el parlamento, donde no tiene la fuerza política decisoria para su aprobación. Sus objetivos son los de engañar y confundir a la opinión pública.
El ministro del interior, Juan Fernando Cristo, en un reportaje en Semana (XI-27-2016), dijo que los sectores más radicales del No llegaron a la última reunión con propuestas diferentes a las que plantearon inicialmente, desconocieron los avances y al ver que ni siquiera reconocían los esfuerzos del gobierno y las Farc, “concluimos que para los más radicales ningún acuerdo iba a ser satisfactorio”. En conclusión: la mayoría de los líderes del No con Uribe a la cabeza no buscaron avanzar en un proceso de entendimiento, sino en hacer una oposición cerrada y sistemática al proceso de paz como estategía política para volver al poder.
@j15mosquera