La Universidad de Sucre, el principal centro de estudios profesionales del departamento, muy poco ha cumplido con el desafío y función encomendado en su creación, como la formación de cuadros de alto nivel académico dedicados a la investigación, la docencia y el desarrollo con equidad. Nuestra universidad ha sido ajena a la realidad. El papel de las universidades no solo es la formar buenos profesionales, es también su proyección social.
¿Pero qué está pasando en la universidad de Sucre? La historia lo ha demostrado, la corrupción, el nepotismo, la parapolítica, falta de profesionalismo, de planificación estratégica, la formación de profesionales altamente cualificados que requiera el sistema productivo, la falta de gestión para presupuestos más generosos, las malas relaciones políticas que han incidido en el deterioro de su proyección y la falta de comprometimiento social de algunos miembros del consejo superior, son los determinante del caos viviente en nuestro principal centro universitario. La reciente publicación del Índice de Transparencia de las Entidades Públicas (ITEP) 2015-2016, las universidades públicas tienen un promedio general de 60,7 puntos, lo que las ubica en un nivel de riesgo medio en cuanto a “visibilidad”, “institucionalidad” y “control y sanción”, incluyendo por supuesto a la de Sucre.
Desde su primera administración como rector, en el año de 2010, hasta su tercera reelección, cuando fue elegido el 29 de abril de 2016, por el Consejo Superior de la Universidad de Sucre para la vigencia 2016 – 2019, el Médico Veterinario Zootecnista Vicente de Paúl Periñan Petro, nacido en el corregimiento de la Madera, jurisdicción del municipio San Pelayo, en el departamento de Córdoba, y quien inexplicablemente con su profesión fue decano de la facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, ha forjado una estela de vicisitudes que al día de hoy tienen postrada al Alma Mater, en un laberinto impresionante de liderazgo, calidad, ética y transparencia, con investigaciones de todo orden, siendo la ultima los 39 hallazgos entre administrativos, disciplinarios, penal y fiscales que suman más de $3.000 millones encontrados por la Contraloría Departamental de Sucre, en desarrollo de una auditoría, donde consideró que el control financiero y presupuestal era desfavorable, de manera especial en la compraventa de equipos para la sala Génesis, de aires acondicionados; compraventa de libros para la biblioteca, de sillas universitarias, e insumos para el programa de investigación en desarrollo de productos biotecnológicos, entre otros. Además, se encontraron inconsistencias en los registros contables de las propiedades, planta y equipos, así como la omisión en el descuento del 5 % a los contratos, destinados al Fondo de Seguridad Ciudadana.
La asociación de profesores de cátedra Universidad de Sucre le hizo seguimiento a estos hallazgos y encontró, con número de entrega y radicados, que ya se encuentran en los diferentes entes de control de la siguiente manera: Contraloría, Oficina de responsabilidad fiscal, hallazgos fiscales: 037 y 038 del 2017; Fiscalía, hallazgos penales entregados a la fiscalía Seccional Sincelejo: del 006 al 008, del 014 al 020, del 038 al 040; Hallazgos disciplinarios entregados a la Procuraduría Regional: del 073 al 091 y 101, del 102 al 109, del 167 al 172 y del 181 al 183, todos en el 2017.
No podemos pasar por alto que Vicente Periñan Petro, cuando era el secretario general de la Universidad de Sucre, había sido sancionado por la Procuraduría Departamental por ordenar el pago de la prima técnica sin el cumplimento de los requisito. La Procuraduría General confirmó la decisión a través de la Resolución 167 de 1999, la cual estableció tres años de inhabilidad y el pago de tres millones 500 mil pesos. La fiscalía de la época falló a favor del rector.
Ahora nos preguntamos: ¿cuáles son las consecuencias de esa serie perenne de anomalías? De acuerdo a las Pruebas Saber Pro de 2016, de 289 universidades en el país, la de Sucre ocupa el puesto 87; en administración de empresas, puesto 94 de 168; en ciencias naturales y exactas, puesto 49 de 56; en economía, puesto 62 de 68; en ingeniería, puesto 85 de 168; en ciencias agropecuarias, puesto 40 de 46; en enfermería, puesto 17 de 54, y en medicina, puesto 30 de 52 universidades.
El rector acaba de expresar en el Meridiano de Sucre, que “…mi retiro se acerca”, no sabemos si por las investigaciones, por los resultados de las pruebas Saber Pro, por la mediocridad de vice rectores, algunos decanos y jefes de pepartamentos o por la presión de los profesores de ASPU, que actualmente se encuentran en asambleas permanentes por la crisis financiera de la Universidad, a más de una serie de anomalías tales como falta de labores de mantenimiento, dotación de sillas, escritorios, ventiladores, inconsistencia en la millonaria plataforma SMA, la no cancelación del reajuste salarial, el pago de las liquidaciones en los contratos de los profesores de contrato (Catedráticos y ocasionales), los planes de mejoramiento para la acreditación de varios programas caso Enfermería, Biología y Zootecnia.
Esperamos, por el bien de los estudiantes y del componente universitario en general, que las investigaciones presenten resultados y no se arropen en la impunidad, con el cuento ese amañado y obsoleto de la “autonomía universitaria”.