Ante los ojos de todos pasó por absurdo un video en el que los jugadores de Unión Magdalena metieron dos goles después del minuto 90 (y con ello obtuvieron el ascenso a la primera división), mientras que sus contrincantes (Llaneros) se quedaban de pie, mirando y sin contraatacar.
No es la primera vez que se habla de partidos amañados en el fútbol colombiano, pero este destaca por su evidente descaro. Causó tanto revuelo el vergonzoso partido que hasta el presidente Duque solicitó que se abriera una investigación.
Después de un mes de investigaciones por parte de la Dimayor, concluyeron que el club samario, beneficiado en esta historia de no creer, no tuvo velas en ese entierro y que actuó de manera transparente. Así, el Ciclón empieza el año libre de culpas.
La Comisión Disciplinaria aclaró: “En atención a lo expuesto, ni los jugadores, ni el cuerpo técnico, cuerpo médico, el delegado o el representante legal del Club Unión Magdalena S. A. pueden ser vinculados a una investigación formal, puesto que el material probatorio recaudado hasta el momento no permite colegir que estos sujetos hayan sido partícipes de las conductas reprochadas, y como consecuencia, sus acciones durante el partido investigado no constituyen una infracción disciplinaria y/o ética”.
La pelota está en terreno de Llaneros. Falta ver si ellos sí incurrieron en una falta disciplinaria y por qué dejaron que sus contrincantes ganaran, como si de un patio de recreo se tratara.