Ante tanta clase cancelada, vale la pena dar la noticia de un caso educativo de una universidad que enfrenta con mucho éxito el parón obligado por el COVID 19. El centro regional Chinchiná de la Corporación Universitaria Minuto de Dios a sabiendas que no se puede asumir el riesgo de hacer que los estudiantes de carreras como administración de empresas, salud ocupacional, psicología, licencitura en pedagogía infantil y contaduría, tomen el riesgo de asistir presencialmente a tutorías, ha demostrado estar preparado ante las exigencias actuales.
Con una población en su mayoría de estratos 1, 2 y 3, la institución ha verificado que sus estudiantes que son en el momento más de 1.000 pertenecientes a distintos municipios del departamento, tengan acceso mínimo a un equipo de cómputo con conexión a internet desde el momento previo a su matrícula, para cumplir con el estilo de aprendizaje de la modalidad distancia tradicional. Con acceso disponible a internet, Uniminuto ha podido llevar la educación desde el casco urbano hasta centros rurales, convirtiéndose a nivel nacional en una admirable oportunidad para el desarrollo.
Con la medida mundial de aislamiento por la pandemia, esta institución permanece brindando su servicio de manera óptima y sin rezagos, por cuanto su educación digital está llegando a lugares apartados de la región y a la población más necesitada. Así, no están especulando en cuanto a la adaptación de recursos tipo guías físicas o virtuales para hacer algo con el tiempo, sino que tienen toda una experiencia de trabajo que les da una experticia tanto a administrativos, como docentes y estudiantes para usar las Tics en beneficio de sus procesos formativos. Esto es algo con lo que no cuentan las otras instituciones ya que, al intentar pasar de una modalidad presencial a una cien por ciento virtual, el conflicto de los profesores ya es grande en su adaptación y ni mencionar el caso de los estudiantes que ven con preocupación tal inmersión en la sincronicidad de los encuentros vía plataforma electrónica.
No es un tema de recursos, es un tema de saber hacerlo, y este es el plus de Uniminuto, sus estudiantes poseen el conocimiento esencial para aprender virtualmente a través de plataforma Moodle y para acceder a videoconferencias por medio de programas especializados como Blackboard Collaborate, Zoom, Skype, Anymeeting, Google Hangouts, ClassOnLive o cualquier otro que pudiera utilizarse. Sus profesores están formados en el uso de la tecnología y la mediación del aprendizaje por medio de las tecnologías, esto hace que su trabajo sea observado como un caso de éxito que puede replicarse en instituciones que están sobreviviendo al aislamiento total de sus respectivos grupos de interés.
Ante el presente revolcón, no cabe duda que las universidades están tratando de responder desde las plataformas en tiempo record, para ellas su admirable labor de adaptación será más rápida si revisan cómo se desempeñan quienes tienen años de experiencia en la enseñanza a distancia y virtual. Uniminuto este fin de semana pasado, vivió una jornada en la que, con total satisfacción para toda la comunidad académica, estuvieron conectados en vivo docentes, estudiantes y administrativos dando cumplimiento a sus índices de encuentros pedagógicos con pertinencia y eficiencia. Si bien el reto que se presenta afecta la labor de los expertos, es ante la incertidumbre donde la experiencia ofrece una oportunidad para permanecer, y este es el caso de esta universidad que siendo de las más jóvenes en la región, está dando respuestas rápidas asegurando la calidad en el proceso. El coronavirus está permitiendo ver esta realidad, ojalá al pasar la catástrofe se haya aprendido la lección de implementar su modelo a largo plazo.
