En la búsqueda de un desarrollo ambientalmente más sostenible desde la investigación y el desarrollo de empaques biodegradables, la Universidad del Cauca (Unicauca) está sacando el pecho por Colombia.
Desde hace varios años, por medio del Grupo de Investigación “Ciencia y Tecnología de Biomoléculas de Interés Agroindustrial (CYTBIA)”, junto con otros aliados, la Unicauca se dio a la tarea de desarrollar materiales biodegradables a partir de harina de yuca y fibra de fique para ampliar su oferta en Colombia y fomentar su uso a gran escala.
Y el esfuerzo ha rendido frutos, pues además de películas flexibles y bolsas biodegradables a base de almidón de yuca (incluso para almácigos de café), la institución también ha obtenido patentes para empaques semirrígidos, platos desechables y guantes.
Estos desarrollos han captado la atención de medios nacionales y regionales (e incluso del canal Discovery, que alista un programa sobre el tema) y ya han suscitado interés en países como Brasil, pero lo más importante: entre empresas en Colombia que exploran su fabricación o uso masivo como alternativa al uso de plásticos tradicionales (derivados del petróleo), que han tenido un mayor impacto ambiental a falta de adecuadas prácticas de recolección, reciclaje y su reincorporación en la cadena productiva (economía circular).
Estos productos biodegradables además jalonarían la producción de yuca y fique, con un impacto positivo en el desarrollo económico y social de las regiones donde se producen.
Héctor Samuel Villada, Vicerrector de Investigaciones de la Unicauca, ha liderado desde hace más de 10 años la investigación en productos biodegradables a partir de la yuca, el fique y otros insumos naturales.
En entrevista se mostró optimista con el potencial de masificación de estos productos, a pesar de la lentitud con que avanza el tema. “El boom de esto empezó a despertar apenas hace dos o tres años, desde que salió el decreto que restringe el uso de bolsas plásticas en los supermercados. Colombia empezó a tener conciencia con la contaminación del plástico; va lento, pero poco a poco”, dijo.
En el mercado existen cada vez más empresas que fabrican y distribuyen empaques de comida biodegradables, con otros materiales como el bagazo de caña, así como distribuidores de productos importados. Pero el desarrollo de Unicauca es importante porque de masificarse su producción y distribución con materia prima local, se abaratarían costos y aumentaría aún más la demanda.
Lo que también es importante es que cada vez más empresas, incluidos restaurantes y expendedores de comida pequeños, medianos o grandes, tomen conciencia de la necesidad de reducir su huella plástica contaminante. Un buen ejemplo de ello es la cadena de restaurantes Wok, que desde hace tiempo, para los domicilios y la comida para llevar ya emplea recipientes biodegradables.
Cabe recordar también que en fecha reciente, los municipios boyacenses de Iza y Nobsa, famosos por sus postres, pusieron ejemplo en Colombia al prohibir el icopor (que no es biodegradable ni fácilmente reciclable) en recipientes de comida.
¿Cuánto tiempo tardan en biodegradarse las bolsas?
Entre 120 y 180 días y esta degradación es bajo condiciones (de compostaje) controladas (según la norma internacional de la Asociación Americana de Ensayo de Materiales (ASTM)).
Además de la Federación de Cafeteros, que se ha mostrado interesada en las bolsas para almácigos, ¿qué otras empresas grandes han mostrado interés en su desarrollo?
Restaurantes de cadena tipo Teriyaki, empresas petroleras en los Llanos y Casanare, Pacific Rubiales, guardabosques, viveros, tienda de mascotas y cooperativas de reciclaje de diferentes municipios o departamentos.
¿Ven factible que en el corto y mediano plazo grandes almacenes de cadena (como supermercados) puedan implementarlas?
Sí, es factible en el corto y mediano plazo.