Se puede cambiar el destino de un pueblo con solo marcar una opción en una tarjeta electoral, de la misma manera se puede mantener un estado de cosas o profundizar una crisis con el mismo acto. El ciudadano consciente tiene la facultad de orientar el desarrollo de la sociedad, por eso el voto es invaluable.
Inmensos recursos invertidos les cambiaron la voluntad a muchos por unos pesos. Ese porcentaje de pueblo iletrado entregó a los mismos de siempre, que reiteradamente han tenido malas intenciones, la facultad de continuar el desfalco del tesoro público.
Si Duque va a gobernar con quienes lo acompañaron, no podrá cumplir con lo dicho en su discurso de triunfo: que derrotaría total y contundentemente la corrupción en todo el territorio nacional y que no habrá más mafias en la salud y en la alimentación escolar.
Tanto en La Guajira, como a nivel nacional, se unió toda la politiquería para frenar a los ciudadanos pensantes que optaron por la candidatura alternativa. Si Duque va a administrar con quienes lo ayudaron a ganar, las instituciones del Estado van seguir como venían o peor. Las castas que disputaron el Congreso y la gobernación se unieron en una sola voz y maquinarias para contener el movimiento que ya empezó a derrotarlos, solo con la solvencia moral. Sin los acostumbrados recursos que ellos utilizan.
En Riohacha a los grupos que disputaron la alcaldía distrital en este periodo constitucional con sus maquinarias les tocó también aliarse, pero perdieron. ¡Qué engañados!, tuvieron la ridiculez de celebrar. Vale la pena resaltar que la candidatura alternativa se caracterizó por un proceso financiero autogestionario. Quien lucía una cachucha de propaganda era porque había sacado la plata de su bolsillo para comprarla. Eso es lo más preocupante para los políticos tradicionales, ellos deben de sacar mucha plata para cualquier actividad y luego comprar votos.
La Riohacha Humana no tuvo suficientes recursos para recoger a los indignados que espontáneamente deseaban votar. En contraste, la otra campaña tenía una gran flota alquilada para hacer propaganda y transportar a la gente el día del debate. Muchas personas transportadas por la campaña de Duque no votaron por él; es más, algunos recibieron dinero o prebendas por el voto comprado y actuaron diferente en el cubículo a la hora de decidir. La corrupción quedó herida de muerte, está muriendo la vetusta clase política.
¿Están los guajiros y riohacheros, en particular, dispuestos a perpetuar las condiciones y niveles de vida a las que han estado sometidos, producto del desgreño y dolo con que se ha manejado la cosa pública? No. ¿Están las futuras generaciones condenadas a venir a este medio social con las limitaciones actuales de desigualdad y falta de oportunidades? Se espera que no. ¿Vale la pena iniciar movimientos de ciudadanos comprometidos con la decencia y la articulación social para un cambio en la cultura política? Sí.
Tenemos ciudadanos libres que por décadas le han apostado a un cambio luchando por la reivindicación social. Hoy hay alternativa y posibilidad de acceso al poder para transformar a Riohacha en un distrito más humano. La Corte Constitucional declaró recientemente el estado de cosas inconstitucional del goce de derechos a alimentación, salud y agua potable de menores de la población étnica en los municipios de Riohacha, Manaure, Maicao y Uribia. Lo ocurrido en el debate electoral es parte del castigo a la clase política tradicional.