Ya este mundo es demasiado horrible para que permitamos algo así.
Los verdaderos y auténticos animalistas, amantes de la vida, que le hemos entregado nuestra vida a esta causa, que somos coherentes con la filosofía animalista, queremos aportar proactivamente en la construcción de las políticas de Bienestar Animal en el departamento de Bolívar, pero el gobernador nos ignora negligentemente.
Animalista es el que le entrega su vida a esta causa, el que se sacrifica, el que devotamente pone hasta en riesgo su bienestar económico, personal y familiar si es necesario para el bien de los que no tienen voz. Los animalistas tenemos una filosofía de la vida ética, ambiental, política de respeto a la paz, y busca el camino de vida del veganismo.
No puede seguirse permitiendo que personas que no tienen mascota, que no rescatan, que no son veganos y ni siquiera vegetarianos, que nunca han tenido albergue, que se colocan de forma tramposa, oportunista y arribista la membresía de animalista para estafar a los políticos y la opinión pública, para obtener OPSs y contratos, avalando con su espuria presencia un matadero de mascotas, para sacar beneficio monetario del dolor y la tragedia de los inocentes.
Un animalista jamás aprobará una cárcel para animales, habiendo tanto bandido suelto en las calles, ¿por qué van a encarcelar a los animales? ¿Cuyo único crimen fue haber nacido?.
Un animalista jamás y nunca se beneficia o enriquece con el dolor de los inocentes.
Cuando la Gobernación de Bolívar manifestó su interés en hacer el centro de Bienestar Animal expresó haber consultado el querer y el deseo de las organizaciones animalistas de Cartagena. En agosto de 2016 nos convocó, nos presentó el proyecto, prometió muchas más reuniones que nunca ocurrieron para aclarar dudas, nos prometió que quedaría en Cartagena para empezar y nos traicionó y engañó con la ubicación, ya que lo están construyendo entre Santa Rosa y Villanueva, donde nadie podrá ir a defender a los animalitos.
La situación de maltrato y abandono de los animales del departamento de Bolívar es dramática. El gobernador no ha salido nunca de la demagogia, dice amar los animales pero no ha movido un dedo ni para humanizar, prohibir o regular siquiera las aberrantes y prehistóricas corralejas, ni para acabar la tracción animal que por ley debía haber acabado hace 16 años en Cartagena y Magangué.
Los casos de maltrato a perros, gatos, caballos y burros, entre otras especies que son víctimas de violencia y crueldad humana, son incontables en la ciudad y se puede evidenciar solo transitando las calles. Sufren de enfermedades, heridas por atropellos con vehículos y hambruna, por lo cual es necesario contar con un centro que les preste servicios médicos y se realicen cirugías de esterilización para perros y gatos gratuitamente.
Cuando le preguntamos al gobernador Dumek cómo se justifica invertir tantos miles de millones en la construcción de una perrera/cárcel para animales en la que solamente cabrán 400 animales, él miró sonriente a tres “animalistas” sentadas a su lado y dijo que tenía listos contratos millonarios con fundaciones que apoyarían el Centro de Bienestar Animal, que serviría solo para albergar animales de Cartagena y Santa Rosa, ante lo cual surge la pregunta: ¿cómo serán trasladados dichos animales hasta el CBA?
Pero para dar un ejemplo de los inmensos sobrecostos del proyecto de Dumek, una fundación que alberga 700 animales puede construir las áreas requeridas con un presupuesto de tan solo 60 millones millones de pesos. Si agregamos los equipos y demás servicios requeridos podemos decir que el costo total no podría superar los 200 millones.
Lo único concreto es que están invirtiendo casi 4000 millones en un proyecto inmobiliario, en aprox. media hectárea, y por ese precio parece que los guacales serán de oro y los grifos de diamante, para encarcelar a 200 gatos y 200 perros, eso se llenará en 5 días y empezarán a matarlos. ¿O me equivoco acaso? Si hay 300.000 perros solo en Cartagena y millones en el departamento, ¿qué creen que harán? No sean ingenuos, los matarán, no hay ninguna posibilidad de que no lo hagan. Si como lo dice el propio proyecto, el objetivo no es ayudar a los animales sino disminuir su población.
Es más fácil detener esto ahora a que cuando alias "el mejor gobernador del país" entregue los miles de millones a sus contratistas para echar a andar esa atrocidad.
Dumek sabe de política, pero de manejo de animales no sabe nada. No confiamos en este proyecto, no confiamos nada y estamos aterrorizados por lo que le pasará a los peludos en ese lugar en medio de la nada. ¿Cómo puedes esperar misericordia para los animales de políticos egoístas, corruptos, corralejeros y taurinos?
La miseria, ignorancia y atraso medieval de la región Caribe es proporcional a la maldad, crueldad y criminalidad de los dirigentes que la han gobernado.
Si no hay misericordia para la gente no la habrá para los animales. Si no tienen temor ni misericordia para robarse la plata de la comida de los niños y ancianos en el PAE, ¿qué creen que pasará con el presupuesto de la manutención de esos peluditos?
Lo peor que les pudo pasar a los animales fue ponerse de moda. Un grupo de falsas animalistas politiqueras le vendió a Dumek Turbay la idea en plena campaña política a la gobernación de un centro de bienestar animal, y no lo hicieron porque los animales les importen un reverendo rábano, ellas solo quieren billete. Ese es su único objetivo, la recaudación compulsiva de donaciones y contratos a nombre de los animales. No contentas con lo que han robado y siguen robando en donaciones a través de sus fundaciones, quieren seguir recibiendo contratos millonarios como los que recibieron en las épocas de Campo Elías y Dionisio.
Pero como la codicia es infinita le imputaron a Sergio Londoño una denuncia para obligarlo a recoger los perros en un albergue distrital, porque para ellos su reproducción es "una peste y un peligro para la salud pública”, según dijo el abogado, falso animalista que la redactó. ¡Aquí la única peste son los falsos animalistas que dicen semejantes estupideces!
Los perros y gatos jamás serán una peste, este planeta es tan suyo como nuestro y tienen derecho a disfrutar la vida, a ser libres y pasearse libremente por las ciudades.
En la ciudad de Roma (Italia) hay 180.000 gatos y son considerados tesoro biológico de la nación. Llegas a tocarle un pelo a un gato en Roma y te vas 10 años a la cárcel. Nuestros animales son nuestro tesoro, y tienen derecho a disfrutar las calles, la ciudad y el atardecer. Tienen derecho a la libertad, a la felicidad y a su pedazo de cielo.
¿Por qué será que ninguno de los animalistas reales de la ciudad hemos recibido contratos, OPS y no nos juntamos con politiqueros? La respuesta es simple: porque tenemos ética y trabajamos para los animales, no para nosotros mismos.
Un animalista de verdad nunca jamás dirá que los perros son una peste, como lo hizo el abogado que le metió la demanda a la alcaldía para obligarla a hacer un centro de bienestar animal, ¿más ignorancia y crueldad para dónde?
Para un animalista real los animales son la luz del mundo, son la sal de la vida.
Resumen: A Dumek Turbay los falsos animalistas hambrientos de contratos oficiales le vendieron la idea de un Centro de Bienestar Animal con el único objetivo de enriquecerse, como ya lo han venido haciendo a través de sus crueles y estafadoras fundaciones y de OPS que son corbatas no más.
No contentos con eso le impetraron una demanda a la alcaldía de Cartagena para que dicha entidad haga otro albergue (adivinaron, para que el contrato sea para ellos), pero la alcaldía no tiene dinero para hacerlo, así que a Sergio Londoño no le quedó más que juntar las dos iniciativas y pretender apretujar a los 300 mil peluditos en condición vulnerable de la ciudad y a los millones que hay en el departamento, en una cárcel chiquita cuya sola construcción cuesta 4000 millones de pesos y en la que solo cabrán 400 animales.
Están locos o creen que somos estúpidos. Ese Centro de Bienestar Animal es una locura, será un matadero de mascotas, lo venimos advirtiendo, lo estamos anunciando.
Cartagenero movilízate en las redes sociales. Las mascotas nos necesitan, somos su única esperanza. La solución es la esterilización masiva, obligatoria y gratuita como política de Estado. Haciendo esto en 10 años habremos estabilizado la población de perros y gatos, y solo en ese momento podremos empezar a pensar en darles albergue, no antes. Ahora, eso es tal y como está planteado, una perrera, un matadero, un holocausto como el que detuvimos hace cinco años en Barranquilla, un mal invento de Elsa Noguera. La presión ciudadana lo detuvo. Podemos volver a hacerlo.
