Los últimos congresistas que tuvo la Unión Patriótica fueron asesinados por un macabro complot entre agentes del Estado, mafiosos y paramilitares en los años ochenta. En total fueron 9 los representantes nacionales de la UP a los que les arrancaron las curules por medio de las balas y se calcula que entre 3.000 y 5.000 miembros de este partido fueron asesinados en lo que se conoce como "El baile rojo".
Las pocas personas que sobrevivieron a este brutal genocidio fue porque salieron del país, como es el caso de Aída Avella Esquivel, quien en 1996 cuando se desempeñaba como concejal de Bogotá recibió un atentado (le dispararon con una bazuca y más de 40 balas) al que milagrosamente sobrevivió, posteriormente, se exilió en Suiza. 17 años, 6 meses y 4 días después decidió volver a Colombia para luchar por la misma causa que había propiciado el surgimiento de la Unión Patriótica: la solución política negociada al conflicto armado.
Hoy, Aída Avella anuncia su aspiración para ser senadora. Lo hace en un momento donde la corrupción y la impopularidad se han apoderado del Congreso de la República, por eso es necesaria la presencia de una voz valiente, transparente y de absoluta autoridad moral y ética.
Aída Avella nació en Sogamoso (Boyacá), fue profesora, sindicalista, 1 de las 4 mujeres que elaboraron la constitución de 1991, representante con la votación más alta de la izquierda al concejo de Bogotá en 1992, sobreviviente del terrorismo de Estado, víctima de decenas de amenazas de muerte y dos atentados (1996 y 2014).
Esta abuela de 68 años pudo quedarse a vivir en Europa, gozando de la comodidad de su hogar y la cálida compañía de su familia, pero no, sus ideales de amor al prójimo la hicieron regresar.
Por convicción y admiración mi primer voto al Congreso de la República será para Aída Avella.