Continuamos. El proyecto de reforma de Petro consiste en que las organizaciones políticas adopten mecanismos democráticos para la escogencia de los candidatos que conformarán las listas cerradas.
Esta elección se hará de manera previa al interior de cada partido a través de un mecanismo democrático que ellos hayan definido; no obstante, sería muy casto pensar, como ya lo expresé en el escrito anterior, que los hoy congresistas se arriesguen a perder sus posiciones de poder.
Al contrario de lo que el gobierno Petro piensa, adoptar este tipo de mecanismo no borrará en nada la corrupción política, las influencias, las presiones, los acuerdos non sancto, las intrigas, la compra de los puestos, será el nuevo escenario bajo el que orbitará la conformación de las listas cerradas.
Tal situación impedirá al ciudadano anónimo que se anime a participar en una contienda electoral, a tener opciones reales de elegirse, será una quimera en medio de un juego perverso de quienes detentan el poder.
Si el tema de las listas cerradas es tan beneficioso para la democracia, bien nos deberían explicar los del Pacto Histórico ¿por qué congresistas como la hoy senadora María José Pizarro la colocaron en el segundo puesto y no en mitad de la lista?
No creo que esta señora, quien una vez puso el grito en el cielo cuando le dijeron tenía que bajarse el sueldo, coloque en bandeja de plata la posibilidad de reelegirse.
Incluso, el señor Gustavo Bolívar, en declaraciones a una emisora nacional el 28 de abril de 2021, expresó que si las listas eran cerradas no volvía al Congreso, escudó su respuesta en considerar que votar por una lista cerrada era votar por los logos.
Presumo que cuando supo en diciembre que era el primero en la lista, vía Twitter manifestó: “Solo para Senado hay 359 inscritos y todos quieren estar entre los primeros 20. Y no es cierto que sea Petro el que ordena las listas. Cada partido tiene unas cuotas dentro de las listas y son ellos, los partidos, los que deciden el orden en que van sus candidatos”.
Es tan maquiavélico esto de las listas cerradas que hace unos meses se conoció una queja por parte de una mujer líder de una organización de madres víctimas de falsos positivos, que se animó a ser candidata al senado por el Pacto Histórico, cuando le dieron el sí, se estrelló con la cruda realidad que era el puesto 83, por supuesto la señora renunció porque se dio cuenta que la estaban utilizando para elegir a otros.
De aprobarse esta forma de escogencia de candidatos, veremos enquistados en los cargos de elección popular por un lado, a los hoy congresistas, diputados y concejales, y por otro, a las personas más influyentes dentro de cada partido, y todo esto enmarcado en un juego perverso en que no se permitirá que al interior de las organizaciones políticas emerjan nuevos liderazgos.
Petro, la corrupción en la política termina cuando al ciudadano se le eduque en sus obligaciones y deberes para con la sociedad y el Estado, cuando no tengamos gente que llegue a las campañas preguntando en cuánto compran el voto, cuando dejemos de creer que por votar te tienen que dar algo, cuando dimensionemos que la salud de una democracia, depende de las conductas de cada uno.
Nota: Todavía ningún congresista ha presentado una iniciativa para reducir las Unidades de Trabajo Legislativo (UTL), en la que se gastan 50 millones de pesos mensuales. Todos mudos.
